Tras cuatro horas de colectivo, llegamos a San Luis, procedentes de Mendoza, perdón cuatro debían ser, pero se estropeo el colectivo y quedamos tiradas una horita en la carretera. Así que tuvimos una experiencia nueva: tiradas en la carretera.
Ya en San Luis, nos esperaba Gabriel, el poeta que está a puntito de terminar el doctorado de Ciencias de la Educación por Málaga (Andalucía), el compa aprovechó la espera para leerse una biografía curiosa, de esas de ochocientas paginas. Con su sonrisa linda nos dio los primeros besos de bienvenida, unos achuchones y a por las maletas cargadas de libros. Alucinamos con la nueva Estación de S. Luis el feudo, nunca mejor dicho de la familia Saa, unos peronistas mafiosos que tienen a esta provincia por su cortijo particular, y que se dedican a construir edificios futuristas, que nos recuerdan la llamada ciudad de la cultura de Fraga en Compostela.