 Votar Le Pen es votar xenófobo, votar Macron es la aceptación de la servidumbre. Emmanuel Todd
Votar Le Pen es votar xenófobo, votar Macron es la aceptación de la servidumbre. Emmanuel Todd
José Iglesias Fernández.- El capitalismo es barbarie y, como tal, muestra sus diversas políticas de crueldad exigidas por la lógica de acumulación que su transmutación le impone en cada etapa: reproducirse en base al expolio de la naturaleza y la explotación del ser humano. Amparado siempre por su férreo control del Estado, son  muy conocidos los ropajes político-económicos con los que se ha revestido a lo largo de los tiempos: conservadurismo, liberalismo, colonialismo, imperialismo, fascismo/nazismo, neoliberalismo y, ya muy pronto, la generalización por todo el planeta del capitalismo distópico. [1] Ya con el Estado moderno implantado, el capitalismo siempre se vale del amparo de los poderes considerados tradicionales para defender sus privilegios, especialmente los que se derivan del control y gestión de la propiedad privada. De aquí que moldea e influye [2] en el legislativo, el ejecutivo y el judicial; a la vez que las instituciones tradicionales integradas en el aparato administrativo, como la policía, los jueces, las cárceles, el ejército; [3] o mecanismos ideológicos, cómo la religión, el patriarcado, el racismo, el nacionalismo y el patriotismo, [4] etc. Y, según el grado que alcance las diferentes formas de opresión sobre los diversos grupos oprimidos, el nivel de gravedad en la confrontación entre las clases opresoras y la clases oprimidas, [5] las instituciones estatales podrán funcionar en régimen de democracia o dictadura, militar o civil, según convenga al momento y la geografía.