El lunes por la mañana nos despertamos pronto para hacer trabajo interno: había que arreglar las maletas, los libros y gestionar los viajes de los destinos siguientes. Pasamos la mañana en casa de Lichi, Nadia y Lucas, organizado cuestiones de gestión de viaje y realizando algunas tareas de autocuidado, nos cocinamos una comidita rica y nutritiva y descansamos un poco.
Fue en 1988 cuando nos encontramos por primera vez con las compas de ALSO, aquello fue en Dusseldorf, en lo que era un Encuentro Internacional de grupos y colectivos de lucha contra el empobrecimiento y la Exclusion Social. Allí se dio forma a lo que se llamara AG-IV, digamos el espacio internacional de enredos. Y las gentes de Baladre, con las de ALSO y otras muchas, impulsamos y dimos vida a ese espacio.
Como comentábamos en la crónica anterior, llegamos a Alhorn, a eso de las nueve y media de la mañana. El lugar ya nos resulto conocido, era una de las distintas visitas que hicimos años atrás con Guido. Se trata de los locales de una organización similar a la Cáritas católica, llamada Diakonise que sería la similar de la Iglesia Evangelista de Alemania. En sus locales durante todas las semanas, las compañeras de ALSO van a realizar diferentes atenciones, sobre todo consultas. Digamos que es el lugar, uno de ellos, de los puntos de información móviles de ALSO en la región.
Con las sábanas aún pegadas salimos por la mañana hacia la Facultad de Economía de la UNC para llegar a las XII Jornadas de Economía Crítica y las I Jornadas de Economía Feminista. Este es el primer año que se configuran las jornadas en el formato de dos días (viernes y sábado) y que se realizan las jornadas de economía feminista, así que andábamos de estreno. Y hoy podemos decir que fue un éxito.
El viernes por la mañana montamos el puesto de libros en la entrada de la facultad junto a las compañeras de la distribuidora de libros La casa de los Conejos, Gonza y compañía, con quienes compartimos espacio los dos días de las jornadas.