15-M RONDA. En pocas palabras.- Justicia Alimentaria pone en marcha el primer gran Observatorio de Corporaciones Alimentarias del Estado español. Una nueva herramienta de autodefensa, independiente y colaborativa para transferir a la ciudadanía el derecho a una alimentación saludable.

El objetivo principal es el de monitorear malas prácticas de las corporaciones que controlan el sistema alimentario en el Estado español, y poner nombres y apellidos a quienes mueven los hilos de un sistema explotador, injusto e insostenible, aquejado por una grave crisis climática, energética y sanitaria que ha provocado una subida desorbitada de los precios de la canasta básica junto a una inseguridad alimentaria sin precedentes. Este Observatorio es, en definitiva, la caja de resonancia que la agroindustria no quiere que conozcamos. Esta es la primera radiografía, que hace el Observatorio, de la fruta mango que manga tanta agua.

La Axarquía malagueña, la zona de mayor producción de mango de Europa con unas 4.000 hectáreas de cultivo, que siguen creciendo año a año, y se vende como “El paraíso tropical de Europa”, una artimaña comercial para ocultar una realidad incómoda, la región oriental de Andalucía padece un estrés hídrico insoportable y su clima mediterráneo está mutando peligrosamente a desértico.

“Teniendo en cuenta los recursos hídricos, los alimentos de origen vegetal son los que menor impacto tienen, según la red EsAgua. Se estima que las verduras tienen una huella hídrica de 322 litros por cada kilogramo, mientras que para producir 1 kg de frutas se necesita cerca de una tonelada (962 Kg)”.

Unas características con las que el mango tendría casi imposible subsistir sin la sustracción ilegal de agua para el riego, un acto delictivo que ya acumula daños al dominio público hidráulico de 10 millones de euros, según la última operación de la Guardia Civil.

Tal y como ocurrió con el aguacate en la década pasada, el consumo de mango de la variedad Osteen, la de mayor representatividad en el Estado español, se ha triplicado en cinco años. En números totales, asciende a 27.040 toneladas con una facturación anual de 160 millones de euros. “El consumo de mango podría crecer más que el de aguacate”, auguran sus valedores con intereses comerciales viendo una tendencia alcista que se dispara hasta 2030.

El Ministerio de Consumo del Estado español y la Junta de Andalucía hace oídos sordos a las quejas de los activistas medioambientales o de la comunidad científica y da alas a los argumentos puramente comerciales apoyando nuevos sellos, como la marca colectiva ‘Mango de Málaga‘, de ahí la inclusión del mango como fruta de temporada en España durante los meses de septiembre, octubre y noviembre.

Justicia Alimentaria hace estas peticiones al Estado Español, cortar el acceso a acuíferos y a cualquier tipo de ayuda, promoción, subvención e infraestructura relacionada con el mango; apostar por un plan de transición agraria en la Axarquía que recupere cultivos locales mejor adaptados al clima; y dejar de consumir mango y apostar por alternativas de cultivos frutales adaptados al clima, locales y de temporada.

Además, Mercadona no puede hacer la vista gorda a sus propios estatutos. Sus establecimientos son la primera opción de compra de más de 3.300 toneladas de mango anuales de proveedores malagueños. El boom de esta fruta es tal que sólo Mercadona asegura vender, durante la temporada del mango español, 40.000 kilos diarios de esta fruta subtropical. El grupo valenciano liderado por el empresario Juan Roig Alfonso no debería vender mango en ninguno de sus 1.627 supermercados del Estado español.

Por último, para todos aquellas y aquellos que creen que es posible un planeta que no arda y un futuro que no apeste, el Observatorio de Corporaciones Alimentarias pondrá a su disposición un buzón para dejar denuncias, comentarios o propuestas que pongan sobre la pista señales de alerta de corporaciones y/o productos que generen desequilibrios injustificados en el sistema alimentario.