En pocas palabras. 15M Ronda.- La mitad del Producto Interior Bruto (PIB) mundial proviene de la naturaleza. A pesar de todo ello, la economía global continúa abusando de la naturaleza. Los 50 bancos más importantes del mundo, entre ellos el Santander y BBVA, proporcionaron en 2019 préstamos y garantías de más de 2,6 billones de dólares –más que el PIB de Canadá en el mismo año– a sectores económicos que la comunidad científica y los gobiernos coinciden en que son los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad.
Así lo asegura un nuevo informe titulado “Financiando la Extinción”, elaborado por portfolio.earthya que el sector financiero está financiando la crisis de extinción masiva, a la vez que perjudica y debilita los derechos humanos y la soberanía indígena.
Nos encontramos en plena era de extinción masiva. La llamada “extinción antropócena” es la primera de esta magnitud causada por humanos. Los seres humanos hemos causado impactos negativos en casi cada rincón del planeta, y estamos forzando nuestro entorno a límites planetarios que podrían suponer millones de años de recuperación. Los científicos advierten que se acerca una “aniquilación biológica”
La vida humana, nuestra supervivencia, depende de nuestro medio ambiente. Covid-19 nos ha mostrado que la naturaleza es la base de nuestra salud, de nuestras sociedades y economías. El riesgo de aparición de este tipo de enfermedades se mantiene bajo control con entornos saludables y especies diversas. Cuando modificamos la naturaleza de forma radical, nos arriesgamos a crear condiciones en que puedan surgir pandemias.
Los científicos y gobiernos están de acuerdo: el sistema global de producción de alimentos, el sector forestal, la minería, los combustibles fósiles, la infraestructura, el turismo y el traslado de bienes y personas han sido identificados como los principales causantes de la crisis global de extinción. Aunque muchas de estas actividades están realizadas por compañías, es el sector financiero quien las financia y facilita.
Por ello, Los gobiernos deben dejar de proteger el papel de los bancos en la destrucción de la biodiversidad y responsabilizar a los bancos por el daño causado por sus préstamos. Además, la ciudadanía de todo el mundo debe exigir cómo se invierte nuestro dinero para evitar que los bancos causen daños graves a las personas y al planeta.
La destrucción del medio ambiente no puede seguir considerándose una lamentable consecuencia del desarrollo económico. Nuestra relación abusiva con la naturaleza está contribuyendo a crear un agujero de 8 billones de dólares en nuestra economía global, un aumento en el nivel de desempleo y una mayor desigualdad social. Los análisis recientes indican que Covid-19 ha supuesto una marcha atrás de 25 años en el programa mundial de desarrollo en tan sólo 25 semanas.
En España, Oxfam Intermón, Greenpeace y Ecologistas en Acción demandan al Gobierno por su falta de acción ante el cambio climático. Tener una política climática que nos permita disfrutar de un futuro sostenible es una obligación legal. Con el apoyo ciudadano podremos hacer presión para exigir justicia climática. Y no vamos a parar hasta conseguirla.
Las pandemias que están por venir surgirán con más frecuencia, se propagarán más rápidamente, harán más daño a la economía mundial y matarán a más personas que la COVID-19. Así de tajante, duro y realista es el nuevo informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas, organismo ligado a Naciones Unidas.
Los especialistas internacionales que han colaborado en el informe concluyen que prevenir pandemias a través de la lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad es cien veces más barato que enfrentar brotes como el de la COVID-19; además de que presenta grandes ventajas para la salud de las personas y el planeta.
Hasta un 70% de las enfermedades emergentes (como el ébola o el zika) y casi todas las pandemias conocidas, como el VIH/SIDA, son zoonóticas, es decir, son causadas por microbios de origen animal. Unos microbios que se «propagan» a causa del contacto entre la vida silvestre, el ganado y las personas. En este punto, el documento científico alerta que actualmente hay otros 1,7 millones de virus «no descubiertos» que viven en mamíferos y aves, de los cuales hasta 850.000 podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos.
El cambio climático es imposible entenderlo de forma aislada. Afecta a todo y a todas las personas. La acción climática significa cuidar nuestra salud, nuestra economía y nuestro bienestar. Aún estamos a tiempo de cambiar el rumbo. Por nuestro bien.
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