Denuncia de los recortes al derecho efectivo a una vivienda digna en Barakaldo. Mientras Barakaldo es declarado como zona tensionada de vivienda, se recorta diariamente el acceso a una vivienda digna.
El equipo de gobierno de Barakaldo colabora con la especulación al permitir a un fondo de inversión desarrollar 639 minipisos junto al BEC y gestionar 150 viviendas en La Dinamita, en el barrio de Cruces, a precios de entre 900 y 1.200 euros mensuales.
7.678 familias solicitan el acceso a una vivienda asequible en Barakaldo. El alquiler medio de una vivienda en la localidad se sitúa en 880 euros y de una habitación en 425 euros mensuales.
Concentración ante el edificio de los 639 minipisos junto al BEC en exigencia del reconocimiento efectivo del derecho a una vivienda digna y a alquileres justos en el contexto de Barakaldo como zona tensionada de vivienda.
Mientras Barakaldo es declarado como zona tensionada de vivienda, el equipo de gobierno de su Ayuntamiento recorta diariamente el acceso a una vivienda digna. El PNV y el PSE colaboran con la especulación al permitir a un fondo buitre estadounidense desarrollar 639 minipisos junto al BEC y gestionar 150 viviendas en La Dinamita, en el barrio de Cruces, a precios entre 900 euros y 1.200 mensuales
Mientras tanto, 7.678 familias barakaldesas demandan el acceso a una vivienda asequible. El alquiler medio mensual en Barakaldo se sitúa en 880 euros para una vivienda y el de una habitación llega hasta los 425 euros.
Las dificultades expresadas por decenas de familias barakaldesas en los servicios sociales para hacer frente al pago de hipotecas, de alquileres de pisos, e incluso de habitaciones en las que viven varias personas, se traducen en recortes e incremento de desahucios y de situaciones de sinhogarismo. Lejos de atajarse, estás problemáticas se intentan invisibilizar desde la corporación municipal.
Estos son motivos suficientes para que el gobierno local reflexione sobre la efectividad de las decisiones y recortes que está tomando en materia de derechos sociales y vivienda. Debemos recordar que el Ayuntamiento deniega injustificadamente y recorta las cuantías de las Ayudas de Emergencia Social, no dotándolas además del presupuesto suficiente para cubrir todas las necesidades de las familias de la localidad. A ello se suma la no existencia de un parque de viviendas público que dé repuesta a los desahucios y el sinhogarismo.