El Estado Español “no está en crisis”, está siendo atracado

viñetaEn pocas palabras. 15-M RONDA.- La economía española creció en 2018 un 2,6%, por encima de la media europea. Pero mientras los beneficios de los bancos aumentaron ¡un 22%!, los salarios volvieron a perder un 1% de poder adquisitivo. Según el Banco de España, la riqueza financiera acumulada que existe en nuestro país asciende a 5,6 billones de euros, casi el doble del PIB alemán.

Pero más de dos tercios de esos recursos están en manos de bancos, fondos y sociedades de inversión y monopolios. Una ínfima minoría que se ha apropiado de recursos valorados en más de 4 billones de euros. Y los monopolios extranjeros, que son menos del 1% del total de empresas, controlan casi la mitad de toda la industria en España.

El programa de Recortes Cero-Grupo Verde, han sacado las cuentas, con información de la Agencia Tributaria, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Instituto Nacional de Estadística y Gobierno de España, que demuestran que es posible disponer de más de 200.000 millones que ahora están bajo control de la oligarquía española o el gran capital extranjero, un ínfimo puñado de bancos monopolios.

Por eso, nos siguen repitiendo que “no hay dinero”, o que “no podemos gastar más de lo que tenemos” porque eso “dispararía el déficit”. Buscan con ello que aceptemos resignadamente los recortes.

Pero es mentira. España es una de las mayores concentraciones de riqueza del mundo. Somos el 13º país por volumen del PIB del planeta, y el cuarto de la UE. Nuestro PIB triplica el de países como Suecia o Bélgica, cuadruplica el de Dinamarca o Finlandia.

Grandes bancos, monopolios y capital extranjero disponen de más de 200.000 millones que nos pertenecen. Los han obtenido, no porque sean más eficaces, sino porque el Estado les perdona impuestos, sanea cajas con dinero público y luego se las regala a los bancos por un euro, blinda el pago de la deuda con la reforma de artículo 135 de la Constitución mientras recorta nuestra sanidad y educación…

Hay que revertir el saqueo redistribuyendo la riqueza. Pedro Sánchez propone subir el salario mínimo… pero no derogar las dos reformas laborales, la de Rajoy y la de Zapatero, que imponen el recorte de salarios. Mientras Unidos Podemos ha eliminado de su programa cualquier referencia a la auditoría de la deuda, contribuyendo a acallar una reivindicación que el 15-M puso en primer plano.

En España hay mucha riqueza, el problema es quién se la queda. Todos hablan ya de redistribuir la riqueza. Pero “una cosa es predicar y otra dar trigo”.

Redistribuir la riqueza no es aprobar medidas como “los viernes sociales”, tal y como plantea Pedro Sánchez. Tampoco, como reclama Pablo Iglesias, pedir el voto para “que haya un mínimo de justicia social”, afirmando que “podemos conseguir subir el salario mínimo un poco más”.

Redistribuir la riqueza es cuestionar el marco del saqueo impuesto sobre el 90% de la población y las riquezas nacionales, arrebatar a la ínfima minoría de bancos, monopolios y capital extranjero la gestión, en todo o en parte, de los enormes recursos que hoy disfrutan para su beneficio exclusivo.

No queremos “algunas medidas sociales”, financiadas con más deuda, pero sin tocar los privilegios de quienes han multiplicado sus ganancias con nuestros recortes. Queremos que se redistribuya la riqueza.

Dicho claramente: hay que quitar a unos, a la minoría que se ha lucrado de saquearnos, para poder satisfacer las demandas de la mayoría.

La desigualdad de la riqueza se ha doblado en 12 años. Las deudas ahogan a los hogares empobrecidos. La quinta edición de la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España confirma un reforzamiento de la desigualdad en el reparto de la riqueza: desde 2011 sólo los más ricos han incrementado su patrimonio, siendo el tramo de hogares pobres el que más ha perdido, hasta el punto de que sus deudas superan por primera vez a sus activos.

El reparto de la riqueza que no el de la renta, esto es, todo el patrimonio acumulado por los hogares a lo largo de su trayectoria es mucho más desigual que el de la renta. Esto resulta especialmente evidente entre el grupo más rico y el más pobre de España: el primero con un patrimonio medio de 728.000 euros y el segundo con uno negativo de 1.300 euros, es decir, sus deudas son mayores que sus activos y propiedades. La solución para la mayoría de la ciudadanía en España son gentes no patriotas, sino gentes que repartan el patrimonio que nos han robado.

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Viñeta
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