Las condiciones de vida en una de las dos España

viñeta15-M Ronda. En pocas palabras.- Más personas en España empobrecidas, más desiguales, más precarias, menos protegidas, más desconfiadas, menos demócratas. Este es el escenario que queda después de años de Gran Recesión. España es más rica. Hay más empleo y el Producto Interior Bruto aumenta.

Pero esos datos esconden otra realidad, la riqueza crece, pero también la pobreza. Una de cada 12 personas en España (8,1%) sufría en el 2022 carencia material severa, más del doble que antes de la crisis financiera (en el 2007, el 3,5%). Para muestra estos dos botones, 2,6 millones de niños y niñas en riesgo de pobreza o exclusión social en 2022, esto es, casi 1 de cada 3; el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social en España pese a que disminuyó casi dos puntos, con respecto al año 2021, supone más de 12 millones de personas, esto es, 1 de cada 4 personas, según refleja la última Encuesta de Condiciones de Vida 2022, del INE.

El porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social en Andalucía fue del 35,8%, (+ 9,8% de la media estatal) 3 millones de personas.

El ingreso medio por persona, referido al año 2021 en España, alcanzó los 13.008 €/año, esto es 1.084 €/mes, mientras que el ingreso medio, en Andalucía, por persona alcanzó los 10.703 €/año, esto es, 2.305 € menos al año, y 892 €/mes que supone 192 € menos al mes que la media de España.

Si tenemos en cuenta el salario en España, en el año 2021, el más frecuente, fue de 18.502,54 euros en el año, lo que supone 1.321,61 €/mes en 14 pagas, seguido del salario de 16.487,22 €, lo que equivale a 1.177,66 €/mes en 14 pagas.

El salario medio de las mujeres fue inferior al de los hombres en todas las comunidades, aunque la diferencia varía de unas a otras. En Andalucía la diferencia es de - 5.036,98 €/año.

En el año 2022, el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2021) se situó en 10.088 €/año, esto es, 840,66 €/mes. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 21.185 €/año, esto es, 1.765,42 €/mes.

Si ordenamos los hogares en cinco grupos de igual tamaño, según el Gasto Medio Equivalente para el 20% de los hogares con menor gasto, supone 15.574 €/año, esto es, 1.298 €/mes y/o 43 €/día, mientras el 20% de los hogares con mayor gasto, supone 54.864 €/año, esto es, 4.572 €/mes y/o 152 €/día.

La fuerte subida de los precios de los alimentos desde el año 2021, agravada por las guerras en Ucrania y en Gaza, también está afectando seriamente a los hogares más vulnerables.

Entre la población en situación de carencia material y social severa, lo que más empeoró fue no poder permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, esto es, más de 3 millones de hogares (17,1%). España se sitúa por encima de la media europea (9,3%). Además, 4.130.362 de la población manifestó llegar a fin de mes con “mucha dificultad”, y 16.853.774 personas no tuvieron capacidad para afrontar gastos imprevistos de 800 €. Aproximadamente, 2,5 millones de hogares en España han tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses. Por otro lado, 4.130.362 de la población manifestó llegar a fin de mes con “mucha dificultad”, y 2,5 millones afirmaban no poder permitirse comprar carne, pollo o pescado al menos cada dos días.

Sin olvidar, a la población con baja intensidad en el empleo, esto es, -hogares en los que sus miembros en edad de trabajar lo hicieron menos del 20% del total de sus posibilidades de trabajo durante un año-, un millón y medio de personas trabajadoras.

Han pasado ya quince años desde la recesión iniciada en el año 2008, estando caracterizados por profundas transformaciones (económicas, sociales y territoriales) estrechamente asociadas a transiciones (ecológica, energética, tecnológica, digital, económica…), emergencias (pandemia, guerra, nueva crisis económica, impactos del cambio climático…), e incluso a cambios de paradigma (debilitamiento de los dogmas económicos, hasta ahora incuestionables, que sustentan el modelo neoliberal). Esta situación está ocultada en la trastienda de la democracia.

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