15-M Serranía de Ronda. En Pocas Palabras.- En millones de hogares en España llegar a fin de mes es una tarea cada vez más difícil. Entre enero y noviembre de 2022, la inflación ha reducido el poder de compra de los hogares con pocos ingresos, un 26 %, más que el de aquellos con mayores ingresos.

Por otro lado, los salarios en términos reales, caen a niveles similares a los vividos durante los peores años de la gran crisis iniciada en 2008, y son ya un 4 % inferiores a los de entonces. Al mismo tiempo, los beneficios, especialmente de las grandes empresas, se han mantenido e incluso han crecido. Tan solo en el tercer trimestre de 2022 anunciaron resultados un 30 % superiores a los del mismo periodo del año anterior. "Un 92,5% del aumento de precios se explica por los beneficios de las empresas." (Intermón Oxfam)

Estamos ante una crisis provocada porque algunas de las grandes empresas y los superricos se han aprovechado del contexto de incertidumbre, la pandemia y la guerra en Ucrania y están sacando tajada, inflando precios y márgenes, a costa de una gran mayoría. (Intermón Oxfam)

“La evolución de la desigualdad en España es un fenómeno preocupante, mientras los salarios pierden peso y capacidad de poder adquisitivo, las grandes empresas aumentan beneficios y la riqueza en España sigue concentrándose en manos de unos pocos”.

Los milmillonarios españoles se recuperan con rapidez de las embestidas de la pandemia y de las subidas de precios. En 2008, el 1 % con mayor riqueza concentraba el 15,3 % de la riqueza neta total, pero en 2021 ya representaba un 23,1%, aproximadamente 1 de cada 4 euros.

Según Intermón Oxfam, 95 grandes empresas de energía y de alimentación han más que duplicado sus beneficios en el 2022, generando unos beneficios extraordinarios por un total de 306.000 millones, y destinando 257.000 millones (el 84 %) a remunerar a sus ricos accionistas.

Oxfam Intermón calcula que, en términos reales, con el impacto de la inflación, los salarios reales se encuentran hoy cerca de 4 puntos por debajo del nivel de 2008, antes de la Gran Crisis Financiera. Y que, si solo se observan los sueldos más bajos, esta caída es de casi el 7% respecto a hace 15 años.

El Banco de España constata que los beneficios de las empresas han crecido siete veces más que los salarios, y certifica que las compañías han trasladado el encarecimiento de los costes a los precios de venta (a nuestros bolsillos) y han mejorado o mantenido su rentabilidad en esta crisis de inflación.

La actual crisis de precios es, por tanto, también una crisis de desigualdad, en la que más personas trabajadoras y hogares están viviendo una situación de mayor precariedad, escasez y vulnerabilidad, mientras que algunas grandes empresas, fortunas y personas ricas siguen aumentando su riqueza y beneficios empresariales.

Oxfam Intermón pide al gobierno español que de manera inmediata impulse un pacto de rentas junto con el conjunto de los actores sociales, para evitar que los salarios sigan sufriendo el efecto directo de la inflación. Este sería el conjunto de prioridades:

Reforzar la lucha contra la evasión y elusión fiscal en España con una lista negra de los verdaderos paraísos fiscales.

Conseguir que los impuestos a los beneficios "caídos del cielo" sean permanentes y cubran más sectores frente a crisis futuras.

Aumentar la presión fiscal del 1 % más rico y hacer que las rentas del capital tributen tanto como las rentas de trabajo.

Revisar el impuesto del patrimonio para que sea más justo y los ultras ricos no puedan escaquearse de pagarlo.

Promover medidas para recuperar el poder adquisitivo de los salarios mediante una política de rentas.

Cuando la riqueza se acumula, nuestros derechos se privan. La inflación ha hecho retroceder el salario mínimo interprofesional a niveles del año 2019.