Unidad feminista contra la industria de la guerra y las fronteras

imagenecuadoretxea.org/.- La Marcha Mundial de las Mujeres conmemoró el desastre de Rana Plaza, en Bangladesh, hablaron sobre migración, fronteras y reivindicaron una narrativa que promueva una migración regular, segura y ordenada.

Diez años después de la tragedia de Rana Plaza en Bangladesh, desde la Marcha Mundial de las Mujeres organizaron una Jornada de Solidaridad Feminista en La Bolsa de Bilbao, para dialogar sobre la industria de las guerras y las fronteras. En ella, participaron Mariana Zaragoza, investigadora en Derechos Humanos, Migración y Género, centrada en la defensa de los Derechos Humanos de las mujeres migrantes y refugiadas, especialmente en México; Ainhoa Ruíz Benedicto, Doctora en Paz, Conflictos y Desarrollo, activista en Palestina, cooperadora en escuelas de Perú, etc.; y Koldobi Velasco Vázquez, trabajadora social, centrada en movimientos sociales, en la búsqueda de la verdad, la justicia y la paz.

Por medio de estas jornadas, desde la Marcha Mundial de las Mujeres quisieron conmemorar a las cerca de 1.000 mujeres fallecidas y heridas, el 24 de abril del 2013, a causa del derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh (Asia). Este se catalogó como el peor desastre de la industria textil. Se trataba de un edificio en el que miles de mujeres trabajaban en condiciones inhumanas a cambio de un salario miserable. En consecuencia, desde la Marcha Mundial de Mujeres, decretaron el 24 de abril como Día de Solidaridad y Acción Mundial para recordar y denunciar la «explotación» y la «expropiación» del trabajado de las mujeres en la economía mundial.

Diez años después, una multitud de personas denunció la participación de más de un centenar de empresas vascas en la industria militar, que se dedican a la exportación de armas a países como Arabia Saudí, Turquía o Egipto; la responsabilidad de la OTAN como «herramienta del capital occidental para asentar y reforzar un sistema criminal que ataca de frente la vida de millones de personas en el mundo y la soberanía de sus pueblos»; las políticas migratorias de cierre y militarización de las fronteras, asesinas de más de 36 mil personas en el Mediterráneo, la masacre de Melilla, las expulsiones sumarias y colectivas (devoluciones en caliente), las detenciones arbitrarias o la privación de libertad en los Centros de Detención de Personas Migrantes; así como la violencia racista y patriarcal que todo ello sostiene. Asimismo, denunciaron a las multinacionales y al poder político, que se lucran con la privatización de las fronteras.

Durante la mesa redonda, Ainhoa Ruíz Benedicto centró su discurso en el gasto militar. Explicó que, actualmente, los países europeos han aumentado un 13% el gasto militar en comparativa con la época de la Guerra Fría. Dada la situación actual de guerra en Ucrania, esta ha entrado entre los principales países de gasto militar; tanto es así, que su inversión ha aumentado un 600%. «Obviamente porque está en guerra, o no tan obviamente», explicaba Ainhoa, pues, tal y como aseguraba, todas las guerras terminan en un tratado de paz; sin embargo, en lugar de invertir en diplomacia u otras relaciones para establecer cambios de paradigma e intentar frenar la guerra, se aumenta el gasto haciendo que esta se alargue aún más.

Ainhoa explicó cómo, en el Estado español, el total del gasto militar resulta diferente según quién lo calcule. Esto se debe a que el Gobierno no incluye en sus partidas todo lo que se podría considerar gasto militar, como la deuda por compra de armas, los préstamos o incluso las pensiones de los militares, con lo que los datos que muestran, termina siendo siempre más bajos de lo que verdaderamente son: «A más gasto militar, más tensión», aseguraba Ainhoa, y añadía: «El resultado es que vivimos en un contexto de militarización total». Un contexto que, tal y como aseguraba, salpica directamente a las migraciones, pues cada vez se ha ido destinando más ejército para el control de los focos migratorios en las fronteras. «Se vendió un mundo de libre movimiento, de conexión entre territorios, pero la apertura de fronteras solo favorece al tránsito de las mercancías, no al tránsito de las personas. (…) Tanto que se vende el gasto militar para protegernos, hemos batido el récord de 90 millones de personas en el mundo desplazadas por las guerras. La correlación de gasto militar y seguridad no se está dando», explicaba.

En esta misma línea, Mariana Zaragoza centró su discurso en México, donde históricamente existe una política migratoria restrictiva; una política basada en la «occidentalización» con una historia muy fuerte de «mestizaje» y «blanquitud». «Hay mucho que reflexionar desde el enfoque de seguridad desde el que se observa la migración», aseguraba.

Desde los años 2001, 2006, 2012, etc. se han creado planes para «asegurar la seguridad». Sin embargo, se trata de proyectos de «contención y militarización». Mariana ponía de ejemplo los cinturones de contención, que hicieron que en México el tránsito migratorio fuese cada vez más complicado y , con la implementación del programa Frontera Sur, cada vez más peligroso e invisibilizado. «Las personas migrantes sólo pueden estar en el país de dos maneras, o son traficantes o son traficadas», explicaba y añadía: «En México, pasamos de hablar de fronteras verticales a convertirse en un país tapón».

Asimismo, Mariana señaló el surgimiento de las caravanas del éxodo centroamericano, en el año 2018, y una reconfiguración sobre cómo se externalizaban las fronteras en México; en un momento en el que también entraba en juego la postura de Trump con sus amenazas para detener el número de desplazamientos entre México y EEUU. En este contexto, se desplegó la Guardia Nacional, creada por Andrés López Obrador para «frenar la violencia del crimen organizado». Las estaciones migratorias y los centros de detención se consideraron «espacios de tortura». De hecho, en el marco de esta política migratoria, 40 personas fueron asesinadas en Ciudad Juarez, detenidas y encerradas por agentes del Instituto Nacional de Migración y por Guardias Nacionales. «Recientemente, en el año 2020, una niña guatemalteca estuvo en detención migratoria y murió. Hasta la fecha no se sabe en qué forma murió», explicaba Mariana y añadía: “Mientras tanto, el presidente no les llama «detenciones» sino «rescates», y a esos lugares «albergues»”. Ante esta situación, Mariana reivindicaba la clara necesidad de reflexionar en cuanto a cómo están trabajando los dispositivos de contención; y apostar por una narrativa que promueva una migración regular, segura y ordenada.

«No hay paz posible en este sistema», aseguraba Koldobi Velasco Vázquez, quien explicó que vivimos en un modelo migratorio que está «en guerra contra la vida». Este modelo se sustenta gracias a la militarización de las fronteras; a la desregulación, la privatización, el aumento del control social, la naturalización de la violencia para solucionar conflictos, la desmemoria y la desmoralización, entre muchos otros aspectos que mantienen un contexto de control, segregación y dominación. «No sólo es necesario desmilitarizar las fronteras, sino acabar con ellas como parte de un proceso para acabar con este modelo capitalista, patriarcal, machista y colonialista que está terminando con el planeta», insistía Koldobi.

Asimismo, explicó cómo, a pesar de tratarse de fronteras territoriales, cada vez están convirtiéndose en algo más simbólico y mental, donde ganan el poco reparto de la riqueza, de los ciudados y la idea de «securización», entre otras: «Los espacios de fronteras son espacios de guerras, de excepción de derechos y libertades, de falta de democracia, paso de castigo y desprotección». Para Koldobi, el actual modelo de migraciones en España es un peligro que aborda con refuerzos militares la agenda social, lo que conlleva el aumento de la «seguridad militar» a través de la violencia, la dominación, la patria, el interés de clase y la fronteras. «a naturalización de las fronteras lleva a ver la migración como Lamenaza —y añadía— Se empieza a ver la migración como un problema de seguridad, no se habla de acogida, respeto o derechos, sino que se pone la movilidad como sospechosa y peligrosa».

4 mayo 2023

Etiquetas: