Carolines Baixes en proceso de gentrificación

Carolines Baixes es un Barrio céntrico como puede verse en el mapa adjunto. Un barrio con vida propia que junto al de Carolines Altes y El Plá Bon Repos configuran un segundo centro de la ciudad.

Con una población a 1 de enero de 2017 de 9.734 personas, se halla configurado por calles  estrechas que se fueron formando por la construcción, a finales del siglo XIX, de casas de planta baja y techo a dos aguas, de las que aún quedan en pie bastantes. Limitado por la Avenida de Jijona al oeste, Jaime Segarra y  General Elizaicín al norte y nordeste, Vázquez de Mella al sureste y la Costera de la Fabrica al sur. Y atravesado de norte a sur  por la Calle Sevilla y de este a oeste por la calle San Carlos. Con tres plazas, la de Pio XII, la de la Pipa y, quizás la que históricamente ha sido el centro neurálgico del barrio,  la de Castellón, más conocida, como la Plaça de les Palmeretes, anteriormente llamada Plaza de Blasco Ibáñez, denominación que perdió en 1939.

Durante muchos años ha sufrido la desidia de las instituciones, lo que le ha llevado, junto a otros barrios de características similares, a un deterioro importante. Pero el cierre o derribo de edificios antiguos, así como otras circunstancias, que se explican en la hoja informativa que adjuntamos, hacen intuir que habían intereses en su abandono en espera de hacer negocio con una futura remodelación dada su céntrica ubicación. Remodelación que está planteada, con financiación europea, en el plan llamado EDUSI área de Las Cigarreras (ver enlace)

http://www.alicante.es/es/documentos/que-es-edusi-alicante-area-cigarreras

Desde hace un tiempo la preocupación de las personas que habitan el barrio ha ido creciendo y algunos colectivos hemos lanzado una campaña para intentar averiguar que hay detrás y que la remodelación no suponga la transformación de esta zona en algo “Guay” para turistas y especuladores y conlleve la expulsión de las gentes que habitan y dan vida al barrio.

La campaña la hemos iniciado, por un lado, con la edición de un vídeo, una hoja informativa y un Cartel que ponen en alerta e invitan a compartir la preocupación y los datos en el Punto de Información y Denuncia. Y, por otro, con la realización de un ciclo de cine Desgentrificador todos los viernes de septiembre en el Hort Comunitari de Carolines. Seguiremos informando, la redacción.


Alacant es una ciudad desmemoriada. Una ciudad que ha olvidado su historia, muchas veces de manera consciente, destruyendo su patrimonio natural y arquitectónico en aras a la especulación y el negocio rápido. Consecuencia de ello es el abandono intencionado de los barrios históricos para comprar a precios bajos y vender caro cuando este se haya revalorizado. Este es el caso de Carolines Baixes. Un barrio que surgió a finales del siglo XIX cuando se empezaron a construir casas desperdigadas  al norte de la ciudad, a extramuros del Castillo de Santa Barbara, para albergar a población emigrante que acudía a la ciudad en busca de un empleo, la mayoría de las comarcas de la Foia d´Alcoi,  la Marina Alta y la Marina Baixa.

Su situación geográfica cercana al centro de la ciudad, y la condición de estar rodeado por tres hitos culturales de la ciudad; el ADDA, Las  Cigarreras y el MARQ, ha provocado un creciente interés entre los inversores, que ven en la futura remodelación del barrio una buena oportunidad para ganar mucho dinero. La cobertura institucional para salvaguardar este negocio privado se ha hecho en forma de un proyecto que busca rehabilitarlo y transformalo en un barrio cultural. Un proyecto que la población que lo habita desconoce aunque intenta mantenerse informada, dado que el esbozo de proceso de participación en el mismo, más que aclarar, legitima actuaciones no deseadas en su nombre.

Lo que sí que conoce a la perfección el vecindario es el estado pésimo de limpieza de las calles del barrio, la infinidad de solares abandonados en espera de ser construidos, los edificios antiguos vacíos y cerrados en continuo deterioro y la ausencia de viviendas en alquiler para la gente que quiere seguir viviendo en él. Esta ausencia contrasta con la gran cantidad de pisos dedicados al alquiler turístico, fenómeno que está provocando una subida en el precio medio del alquiler y dificultando el acceso a la vivienda a las rentas más bajas. En ésto sí que se ha empezado a notar el proceso de “renovación” iniciado con fondos europeos.

¿Qué está ocurriendo en el barrio?

Algunos colectivos y personas que hacemos nuestras vidas por sus calles nos hacemos esta pregunta diariamente, ya en primavera se llevó a cabo un entierro del barrio a ritmo de Jazz, “R.I.P. Carolines”, recorriendo algunas de sus calles más deterioradas para denunciar el abandono y la especulación.  Con posterioridad y a partir de algunos casos puntuales que acudieron al Punto de Información y Denuncia sobre Derechos sociales, las gentes del Punto y del Hort Comunitari de Carolines, junto a otras personas vecinas del barrio, decidimos iniciar una campaña para, en un principio, conocer lo que ocurre en el barrio, y una vez conocido  llevar a cabo, si la gente afectada directamente por el problema lo considera, acciones de denuncia en contra de la expulsión vecinal, sobre todo de la gente con menos recursos, que se está llevando a cabo de forma gradual y silenciosa.

Porque el barrio es de la gente que lo habita y no es un espacio para la especulación y el negocio turístico.

No a la gentrificación y la turistificación.

Si a la recuperación del barrio como espacio de convivencia.


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