Ni nos domaron, ni nos doblaron,
ni nos van a domesticar.
Marcelino Camacho.
CAMPAMENTOS DIGNIDAD. Merida- 25 de Octubre-2013.- Al menos a este viejo compañero, no lo domaron, ni lo doblaron y nunca lo domesticaron, (de esto damos fe, quienes de cerca lo conocimos) es por esto que sí se puede: se puede vivir con dignidad, Marcelino lo demostró.
Algunas de las persona que plantamos las tiendas de campaña, frente a la puerta de la oficina de desempleo en Mérida, en Badajoz, en Almendralejo y quienes se las levantaron y las colocaron en la Catedral de Plasencia (construyendo así lo que bautizamos como Campamento Dignidad) pertenecíamos a un humilde colectivo que dimos en llamar La Trastienda, por la carga metafórica que tiene este lugar en una tienda cualquiera de un pueblo cualquiera. La intención del colectivo la explicábamos en nuestro blog a finales del año 2010 : "Aspiramos a ser un espacio de reflexión y un cauce de lucha, una planta erguida más contra la injusticia y, al tiempo, un humilde vivero donde nazcan y se fortalezcan otras respuestas."