Contra el gasto militar y por la sanidad pública

Momento de la concentraciónProtesta convocada por Argitan y Kakitzat para reclamar que el gasto militar se dedique a combatir el covid-19 y fortalecer el sistema de sanidad pública y protección social.

Ante la empresa armamentística ITP Aero en Barakaldo denuncia de la adjudicación -en plena cuarentena del covid-19- de 111,5 millones de euros por parte del Ministerio de Defensa para mantenimiento de motores de aviones del Ejército.

La movilización se produce con motivo de la campaña de objeción fiscal y ante la celebración, el 24 de mayo, del Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra.

Ante la realidad de recortes e incremento de las partidas destinadas al gasto militar. Colectivos sociales barakaldeses, como el “Centro Asesor de la Mujer Argitan”, han demandado que no se destine ningún euro para la guerra.

Nota de prensa

Una protesta reclama destinar el gasto militar a combatir el covid-19 y fortalecer el sistema de sanidad pública y protección social

Vestidos como trabajadores sanitarios, activistas sociales se concentran ante la empresa armamentística ITP Aero en Barakaldo. La fábrica ha firmado en plena cuarentena del covid-19 un contrato de 111,5 millones de euros del Ministerio de Defensa para mantenimiento de motores de aviones del Ejército. La movilización se produce con motivo de la campaña de objeción fiscal y ante la celebración, el 24 de mayo, del Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra

Activistas sociales vestidos de personal sanitario luchando contra el covid-19 se han concentrado ante la empresa armamentística ITP Aero en Barakaldo para reclamar que el gasto militar se destine a la lucha contra la pandemia y para el fortalecimiento de la sanidad pública y el sistema de protección social frente a la pobreza.

La movilización se produce con motivo de la campaña que promueve la objeción fiscal al gasto militar en la declaración de la renta y ante la celebración, el 24 de mayo, del Día Internacional de las Mujeres contra la Guerra. “Que no se destine ni un euro para la guerra es nuestro objetivo”, han señalado.

Los convocantes, la asociación Centro Asesor de la Mujer Argitan y la coordinadora antimilitarista Kakitzat, han denunciado así mismo que en plena cuarentena y con decenas de miles de muertos por el coronavirus, el 8 de mayo, la fábrica instalada en Barakaldo ha firmado con el Ministerio de Defensa un contrato de 111,5 millones para el mantenimiento de motores de aeronaves del Ejército.

Los gastos militares únicamente suponen detraer recursos económicos que deberían ir destinados a fortalecer la sanidad pública o los servicios sociales que han de luchar ante la actual situación de crisis sanitaria y socioeconómica”, han advertido estos colectivos, que han recordado que el Gobierno central no sólo ha destinado un centenar de millones a la empresa ITP Aero sino que el 13 de mayo aprobó gastar 2.100 millones de euros para comprar 348 carros blindados.

En estos momentos que estamos en plena campaña de la declaración de la renta y cuando las instituciones dejan sin recursos al personal sociosanitario, aprueban destinar nuestros impuestos a fines socialmente injustos o nocivos, como los gastos militares”, han destacado Argitan y Kakitzat.

Mientras médicos, enfermeras y celadores carecen de suficientes equipos básicos de protección y recursos para atender a los contagiados por covid-19, ITP Aero recibe 111,5 millones de euros públicos para la instrumentos para la guerra y sigue enriqueciéndose con el negocio de matar. El año pasado, la compañía llegó a 95 millones de euros de beneficios netos, con un incremento del 37%; mientras no hay mascarillas, test ni equipos de protección en hospitales y residencias de mayores”.

Destinar recursos públicos al mantenimiento o adquisición de armas se traduce en un municipio como Barakaldo, con altas tasas de paro, pobreza y precariedad, en múltiples carencias en los servicios sociales. Barakaldo no garantiza ni la mínima atención a las mujeres que sufren situaciones de violencia machista y las familias que piden ayudas sociales tienen que esperar cinco meses para ser atendidas”.

Barakaldo, 22 de mayo de 2020

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