Erletxea.- Siguiendo con la gira que está realizando nuestra compa balargendrina, Patricia Duró estuvo unos días en Irun compartiendo nuestras realidades y realizando una charla en Kabigorri.
Continuando con su "gira" Patricia recaló en Irun finalizando su periplo cantábrico que empezó en Galiza pasando por Cantabria. La llegada no pudo ser más baladrina. Patricia venía de Santander en un "colectivo" destino Zaragoza en el que debía transbordar en Bilbo. A la hora indicada, increíble, pero cierto, el autobús llegó a la hora que se le esperaba. Puntual. Sin embargo, Patricia no venía en él. Momento baladrino. Patricia no está en el "colectivo" y va sin teléfono, totalmente incomunicada, solo con un móvil con Wifi que por mucho que en los "colectivos" digan que hay red, no es cierto. Todo es posible y las suposiciones comienzan a fluir. Ha continuado a Zaragoza, ha perdido la conexión y se ha quedado en Bilbo, esta sería la menos mala porque la primera sí que sería tremenda "jodienda". Como poco se podía hacer, pues continuamos con el plan previsto y nos fuimos al Jaion! Todo esto en un día de viento y lluvia, rozando lo infernal. De vuelta del Jaion! en medio de la calle, allí nos tropezamos y encontramos con Patricia, uf, esto si que es el primer milagro del Bergoglio. Todo el misterio fue que bajo del "colectivo" en Donostia por la mala información de dos personas que queriendo ayudar la fastidiaron y le dijeron, que sí, que ya había llegado a Irun cuando no era cierto.
Por fin resuelto todo el "kiombo" de la llegada a descansar y al día siguiente conocer la bahía de Txingudi y la problemática de la "muga", frontera en euskera. Porque aunque en teoría es una frontera interior europea desde hace años, los controles racistas por parte de la policía francesa son de 24 h/365 días. Cruzando el puente Avenida se entremezclan muchas situaciones emocionales e históricas. El puente dónde miles de personas cruzaron huyendo de la guerra y la represión, el puente en el que la Gestapo entregó a los franquistas a Lluís Companys para posteriormente fusilarlo. Y en la actualidad el puente de la vergüenza al ser cerrado cuando les conviene bajo mil excusas y con una sola realizad impedir el paso de las personas migrantes. Nueve de ellas muertas intentando cruzar la frontera a través del río Bidasoa o arrolladas por un tren más al interior, en esta última etapa, pues muchas más son las que han dejado la vida tratando de cruzar en épocas pasadas. Pero a pesar de ello debemos y así lo atestiguó Patricia lo "linda" que es la bahía que comprende Irun, Hendaia y Hondarribia.
El lunes tocó visita a Erletxea, la oficina de información y denuncia, en el barrio de Larreaundi. Y es allí, atendiendo una consulta, es dónde se apagó la luz. Y es ahí dónde vivimos el "gran apagón" que en nuestro caso duró algo más de media hora. La tarde estuvo dedicada para descansar que el martes venía duro. A primera hora de la mañana nos fuimos a la primera sesión de unas jornadas organizadas por el alumnado del Grado de Integración Social del Instituto Plaiaundi. En dichas jornadas Patricia pudo conocer diferentes iniciativas sociales que se desarrollan en Irun. Para después de un café ir a conocer la una iniciativa agroecológica en Hondarribia. Comer, un momento de relax y a la tarde la charla en el Ateneo Kabigorri en Mosku, el barrio "borrokilla" del pueblo.
Para los tiempos que estamos viviendo no nos podemos quejar de la asistencia a la charla, podíamos decir que hicimos pleno, pero siempre después de una labor intensa por nuestra parte de difusión, esperas que se acerquen más personas. Creemos que la ocasión lo merecía. Pero lo dicho, no nos vamos a quejar, al menos más de lo que hemos hecho.
Una sociedad enferma dirigida por un enfermo
Como ya podíamos intuir lo que nuestra compa Patricia nos iba a contar no era nada gratificante. Una sociedad rota que viene de otras situaciones igualmente duras como las de 2001, pero que con el paso del tiempo han resultado un destino de cansancio, descrédito, desesperanza y, por tanto, de desmovilización que solo los y las pensionistas se mantienen en pié luchando. Se está desmontando lo poco que queda del Estado, sanidad, educación, etc.. dónde parece que lo único que se mantiene es las fuerzas de represión que no dudan en apalear a ancianos y ancianas pensionistas y cuando no "balear" a quien protesta.
El miedo que representa la represión y la violencia en los barrios hace que la sociedad esté en un shock buscado y alimentado desde los sectores económicos internacionales. Las razones para llegar al punto en el que está la sociedad argentina en estos momentos son muchas diversas y entrelazadas unas con otras y que vienen de mucho tiempo atrás. Es una vuelta más de tuerca que no parece que tenga límite ni fin.
Mientras las personas más vulnerables son las primeras en la lista de "prescindibles" y las que gota a gota van muriendo por diferentes causas. Como nos ha contado Patricia que suceden en los hospitales desatendidos dónde aguanta personal sanitario sin cobrar sueldo alguno en condiciones terribles. Tal vez es aquí donde se puede comprobar la parte de la política que entronca con la del exterminio nazionalsocialista pero en esta ocasión sin necesidad de los crematorios.
Sin embargo, y ante la impresión de las allí reunidas que lo que está sucediendo en Argentina es un "experimento económico y social" y el mal cuerpo que te deja, es cierto, que como dice la propia Patricia hay margen para el optimismo y la esperanza, pero dejando claro que lo que en épocas pasadas pudo funcionar no lo va a hacer ahora y que hay que buscar nuevas formas de lucha. Como dice Patricia, ella "morirá de optimismo".
Al día siguiente punto final a su paso por Irun y camino de Portugal al encuentro de Baladre con paso previo en Salamanca para conocer las iniciativas de las compas del barrio de Buenos Aires salmantino. Pero esa es otra aventura...