Esquema básico sobre raíces comunales. Apuntes para un Curso sobre Municipalismo/Comunalismo

La brújulaOs acercamos el último texto de José Iglesias Fernández, una herramienta que nos regala como apuntes para un Curso sobre Municipalismo/Comunalismo. Nos traslada un esquema básico de lo municipal/comunal como proceso y alternativa al capitalismo. Como siempre esperamos que os guste y lo disfrutéis.

Esquema básico presentación de lo municipal/comunal como proceso y alternativa al capitalismo

Los rebeldes de ayer que cautivaban con la furia del lenguaje subversivo a empobrecidos campesinos [y obreros], hoy se hallan al frente de deslumbrantes compañías privadas y ONGs que siguen cabalgando sobre las martirizadas espaldas de los mismos campesinos [y obreros] anteriormente convocados. […] Rusia, China, Polonia, El Salvador, Nicaragua, Partidos comunistas y socialistas, “vanguardias” armadas y desalmadas hoy en día no orientan ningún ímpetu de redención social, no emblematizan ningún compromiso de justa insatisfacción; simbolizan una descomunal estafa histórica”. Álvaro García Linera

0. ¿Una Izquierda acomodada, o desorientada sin ningún tipo de alternativa?

El momento es acuciante. Incorporamos el juicio de un autor tan respetable como Jonh Bellamy Foster: “El sistema capitalista ha fracasado. Ahora la humanidad (en consonancia con la idea de «la libertad como conciencia de la necesidad») tendrá que pasar a la lucha por construir un nuevo mundo más sostenible e igualitario, apoyándose en los medios materiales que dispone y en lo nuevo y creativo que podemos aportar en un orden más colectivo. Pero esto no sucederá automáticamente. Requerirá lo que Samir Amín llamó «audacia, más audacia, siempre audacia». Será necesaria una ruptura revolucionaria no sólo con el capitalismo en sentido estricto, sino también con toda la estructura del imperialismo, que es el campo en el que opera la acumulación hoy en día. La sociedad tendrá que ser reconstituida sobre una base radicalmente nueva. La elección que tenemos ante nosotros es descarnada: la ruina o la revolución.[*]

Según Paul Mason, el neoliberalismo ya no funciona. Si fuese así, “si el capitalismo en su forma actual estuviera a punto de autodestruirse”, [*] [porque sus contradicciones le llevan irremediablemente hacia su desaparición], ¿seguiremos la izquierda, [integrada o no], sin “ningún modelo alternativo" que oponer y por el que guiarnos? Algunos colectivos y movimientos sociales apuntamos hacia las sociedades comunales como alternativas y al municipalismo comunitario como proceso de destrucción. Este mismo esquema forma parte del contenido de un curso para cubrir este vacío.

1. Búsqueda de una alternativa al capitalismo

En “la lucha por construir un nuevo mundo más sostenible e igualitario, apoyándose en los medios materiales que dispone y en lo nuevo y creativo que podemos aportar en un orden más colectivo”, está la brújula/matriz, un instrumento conceptual para saber y evaluar las propuestas que se formulan como procesos, instrumentos y alternativas a la sociedad capitalista. Por su naturaleza, podremos clasificar cuáles actúan reforzando el sistema (débiles, caritativas); y cuáles actúan contra el sistema (fuertes, transformadoras).

2. El municipalismo como proceso hacia el universo de sociedades comunales

Raúl Zibechi recalca sobre la radicalidad que se ha de exigir a los procesos, a los instrumentos y las formas de vida como alternativos: “en este momento de crisis del sistema y de crisis civilizatoria, el gran desafío de los movimientos antisistémicos es encontrar [y proponer] modos de producir y de vivir diferentes [a los que postula] el capitalismo”. [*] El municipalismo comunalista es el proceso a incorporar.

3. Sobre las sociedades comunales

Lewis Henry Morgan (1877), qué ve un proceso estudiando las comunidades primitivas, (salvajismo, barbarie, civilización), explica como ante de alcanzar este último período, “la humanidad ya vivía en comunidades que eran fraternales y democráticas”. [*]

4. K. Marx iba más lejos

Este pensador afirmaba que el hombre moderno posee en su conducta un componente arcaico comunal, que mantiene arraigado en su ser social un factor democrático e igualitario. Así mismo sostenía que “la naturaleza humana cambia en la medida que vamos transformando el mundo a nuestro alrededor. Podemos cambiar la naturaleza humana cambiando la sociedad […] Marx afirmó que la finalidad biológicamente dada de los seres humanos es liberarse a sí mismos valiéndose de la tecnología para cambiar tanto su entorno como a sí mismos […] Así que, cuando trabajamos, lo hacemos en nombre de todos los demás seres humanos […] El comunismo/comunitarismo es igual a humanismo; y lo que se interpone en el camino hacia [estas sociedades] es la propiedad privada y las relaciones de poder que la acompañan”. [*] Por tanto, la comparación con el pasado era para él algo básico a la hora de criticar la actual etapa civilizada. [*] Por eso, no se trata tanto de proponer el volver al pasado, sino de dar una vuelta por el pasado en dirección al futuro. [*] Construyendo comunidades sin propiedad ni poder, de gestión horizontal, entre iguales.

5. Pierre Clastres

Este autor sale en defensa de las comunidades primitivas. Dice que “son acusadas de ser sociedades menos evolucionadas, históricamente incompletas, e incapaces de dotarse de estructuras más complejas”. El autor las respalda argumentando que la ausencia de un poder coercitivo en el seno de las mismas “no se explica por una supuesta incapacidad organizativa y que tampoco supone un defecto, sino que responde a una decisión meditada, es decir un rechazo consciente y explícito del Estado (y de la autoridad política centralizada) como forma de organización política y social”. [*] De hecho, afirma que en “la sociedad primitiva, sociedad igualitaria por esencia, los hombres son dueños de su actividad, dueños de la circulación de los productos de esa actividad, cuando incluso la ley de intercambio de bienes mediatiza la relación directa del hombre con su producto […] La historia de los pueblos que tienen una historia es, se dice, que la historia de la lucha de clases. La historia de los pueblos sin historia es, diremos por lo menos con igual grado e verdad, que es la historia de su lucha contra el estado”. [*]

6. David Graeber

Este autor nos advierte de no caer en ciertos errores. Dice:

  1. Hacia mediados de siglo [pasado] las descripciones de LH Morgan de las Seis naciones iroquesas ya habían sido ampliamente publicadas y dejaban claro que las principales instituciones económicas en las naciones iroquesas eran casas comunales en que se acumulaban la mayoría de los bienes, que los consejos de mujeres distribuían, y nadie intercambiaba puntas de flecha por carne”. Los economistas sencillamente ignoraron esta información, página 139.
  2. Que las sociedades sin Estado son sociedades sin mercados, página 235.
  3. Fueran cuales fueran sus orígenes primitivos, durante los cuatro mil años el dinero ha sido una criatura del Estado. Los individuos, observó, hacen trato entre ellos, asumen deudas y prometen pagos, p. 255.
  4. Al fin y al cabo, para discutir con el rey hay que usar el lenguaje del rey, tengan o no sentido las premisas iniciales, p. 45. [*]

7. Álvaro García Linera y su Socialismo Democrático

El Vicepresidente del gobierno de Evo (Bolivia) también se apunta al comunalismo con sus reflexiones. Dice: “en el Socialismo coexisten muchas formas de propiedad y de gestión de la riqueza: está la propiedad privada y la estatal; esta la propiedad comunitaria y la cooperativa. Hay sólo una propiedad y forma de administración de la riqueza que tiene la llave del futuro: la comunitaria, que solo surge y se expande en base a la acción voluntaria de los trabajadores, al ejemplo y experiencia voluntaria de la sociedad […] La propiedad y gestión comunitaria no puede ser implantada por el Estado. Lo comunitario es la antítesis de todo Estado”. [*]

8. Desde el Confederalismo Democrático

Abdullah Öcalan tampoco se quiere quedar sin aportar su visión y compromiso con la transformación del capitalismo. Sus puntos a destacar son: [*]

  1. Los Estados sólo administran mientras que las democracias gobiernan.
  2. Los Estados están fundados en el poder, las democracias en el consenso colectivo.
  3. Las democracias usan elecciones directas. Los Estados la coerción como medio legítimo.
  4. d) El Confederalismo Democrático está abierto a otros grupos y facciones políticas. Es flexible, multicultural, anti monopólico y orientado hacia el consenso.
  5. La ecología y el feminismo son pilares centrales.
  6. Así mismo, Öcalan admite que "el comunismo/comunalismo podría ser una alternativa al capitalismo”. [*]

9. No convertir El Capital en catecismo

Es equivocado pensar que, más allá de estas indispensables lecturas, no hay otras reflexiones que nos ayuden a formular e enriquecer nuevas propuestas de cambio contra el capitalismo. Una razón para esta observación: “la conflictiva y problemática relación entre el movimiento político, la sociedad capitalista y la teoría crítica marxista comenzará en vida del propio Marx, quien rexaminará sus propios parámetros categoriales y conceptuales a medida que la sociedad burguesa se vaya expandiendo por el mundo y el movimiento social vaya acumulando experiencias en la lucha de clases, y continuará con las diversas generaciones de marxistas posteriores tanto en Europa como en los otros continentes. La crisis —y la negatividad interna que ésta presupone— es inmanente a la propia teoría crítica marxista. Ese es su principal antídoto para no convertirse en un dogma rígido que expulse de su seno toda negatividad […] En realidad, ese tipo de saber, durante varias décadas del siglo XX consagrado como marxismo oficial en los países del auto postulado “socialismo real” europeo, estaba más vinculado al catecismo medieval y al índex inquisitorial (revestido con liturgia y jerga socialista) que al funcionamiento secular del pensamiento crítico contemporáneo.”. [*] De la misma manera, “si queremos resistir a la derecha autoritaria y luchar por los derechos humanos básicos, será mejor que nos vayamos acostumbrando a que nos llamen marxistas”. [*]

10. Las utopías realizadas, bases históricas del devenir comunalista

El país está lleno de experiencias históricas, las utopías realizadas, que sirven de base de legitimación y de modelos de aprendizaje para dirigirnos hacia el futuro comunalista.

Una es la aportación indispensable de David Algarra al conocimiento de la historia de los comunales en Cataluña. [*] Sus reflexiones nos invitan a considerar diferentes aspectos:

  1. Como la burguesía nacionalista del siglo XIX había dispuesto e impuesto que el pueblo catalán era tan singular que no conocía ni los procedimientos asamblearios ni la propiedad colectiva […] Lo había imaginado a su imagen y semejanza, con propiedad privada burguesa y formas parlamentarias de gobierno…
  2. El consejo abierto… desvela como la democracia representativa… es una forma de dictadura política, una tiranía, un orden sin libertad política para el pueblo… de aquí que se intente esconder tanto como se pueda aquello que es fundamental para la vida de los pueblos: la tradición y la importancia de las asambleas vecinales populares… los consejos abiertos…
  3. Cataluña es una creación del pueblo catalán, de la gente del pueblo, no de la nobleza (condes y condados), o de un sistema partitocrático que dice defender la liberación nacional… También es absurdo identificar el origen de Cataluña con la ruptura con los carolingios… [*]
  4. Sin una revolución contra el capitalismo, anticapitalista integral, y por tanto, anti estatal, no se puede establecer una Cataluña libre…, verdad primaria y palmaria que invalida la experiencia del proceso reciente…

Esta historia, de los que la historia no menciona, nos deja algunos temas sobre los que reflexionar. Deducimos que:

  • En las luchas por recuperar los bienes comunales, el interés de los poderes es recuperar el territorio, y su autoridad perdida sobre sus habitantes;
  • Para recuperar la tierra los poderes dominantes utilizan como aliados el sentimiento de nación, que no de clase, de los pueblos;
  • Esta experiencia concluyente nos la enseña la política actual, que busca recuperar el poder de las instituciones catalanas y Cataluña como estado-nación para beneficio de las burguesías capitalistas.

Dos es el estudio de C. Lisón Tolosana sobre Galicia. [*] En su momento, fue muy famosa la aportación de este antropólogo para conocer, entro otros aspectos, las relaciones comunitarias y la situación de los diversos modelos de gestión de los bienes comunales entre las gentes del país gallego.

Tres es la de Joám Evans Prim (JEP). Según la reseña en la contraportada, el libro recoge “una propuesta libertaria fundamentada en un organización comunal del territorio [Cómo el propio autor describe] son aspectos de un obra colectiva que está aún por hacer. Una constelación de ideas, historias y deseos que aportan distinto de entender para construir una tierra libre. Dividido en tres secciones principales, el contenido acerca, primero, la propuesta de la mancomunidad como organización política y territorial, y su aplicación al país gallego. Segundo, el autor centra su atención en los antecedentes en relación a las comunidades que en Galicia se estructuraron en paralelo o de espalda a la acción del Estado, así como las ideas elaboradas que explican el sentido de la propuesta de una Galicia sin Estado […] Una propuesta que incorpora los antecedentes y cuenta con los movimientos sociopolíticos actuales, para que sirvan de cabeza y manos en un futuro imaginado, pero no menos posible. Mancomunidad es una propuesta que ayuda a pensar futuros alternativos, y que imagina una Galicia más justa, sin Estado o contra el Estado”. [*]

Evaluación. Todas las grandes utopías clásicas, formuladas por Platón, More, Campanella, etc., hasta nuestros días, partían de un factor común, dar por ignoradas, o ya simplemente resueltas, todas las dificultades previas que suponían implantarlas: como indicamos en otro trabajo, las dificultades se suponían que no existían. [*] JEP es consciente de ello y lo deja bien claro en las primeras páginas de su libro: esta “propuesta libertaria, fundamentada en una organización comunal del territorios, es un compendio, una constelación de ideas, historias y deseos para una obra colectiva que está aún por consolidar”. [*] Lo cual presupone que su concepto de Mancomunidad, o unión voluntaria de comunidades en el territorio, parte de que existan ya un gran número de experiencias avanzadas que, dado su grado de madurez, que las relaciones entre ellas, así como las inversiones en macro proyectos que se escapan de sus posibilidades de materializar y gestionar, haya un órgano superior que las lleve a cabo. Si aún no estamos en este nivel de concienciación y reflexión de vida colectiva, él mismo admite que sería un “atrevido ejercicio de política ficción [ya que] la organización futura, la organización anarquista, no será un producto forzado de un plan preconcebido, sino de los acuerdos parciales de los individuos y grupos, dependiendo de las circunstancia y las capacidades del pueblo en ese momento”. [*]

Esta situación de ausencia de los ámbitos comunitarios en el capitalismo, el concepto y el nivel de análisis que JEP formula, será necesario e indispensable ponerlo en práctica cuando los actores por una sociedad comunitaria se unan y comiencen a luchar por ella. Llegará un momento, parafraseando a M. Bakunin, que la sociedad comunal estará formada por “la asociación libre de las comunas, desde abajo hacia arriba, primero en comunidades, luego en una federación regional de sociedades comunales, y en último extremo, en una asociación internacional de sociedades comunales”. [*] Es decir, la Mancomunidad tiene sentido en este momento: “un sistema en red, que articula territorialmente un conjunto de asambleas populares omni-soberanas en una sociedad sin estado [o contra el estado] pues promueve activamente su no emergencia”. El autor va más lejos en su conceptualización de la Mancomunidad, aspectos que se responden y se corresponden, en buena medida, con las exigencias de la brújula matriz: “no tiene el atributo de estatalidad, pues carece de un ejecutivo propio, de capitalidad, ni de presencia de un gobierno, y menos con capacidad coercitiva. Contrario al concepto de descentralización o subsidiariedad propio de los regímenes estatales, las comunidades participantes no ejercen de forma delegada una autoridad que emana del poder central, sino que ellas son únicas detentoras de soberanía plena”. [*]

Esta propuesta carece de un análisis que explique las bases institucionales de las comunidades históricas en base a la condición de vecino: feligresías, parroquias, aldeas, pueblos, villas, barrios, en ámbitos de convivencia que respondan a las exigencias marcadas por la brújula matriz: propiedad comunal de los recursos que se producen y la riqueza comunal que se genera, el acceso gratuito a todos los bienes y servicios que produce la comunidad (y la Mancomunidad cuando llegue ese momento), las relaciones entre iguales (no poder, gestión comunitaria en consejo abierto), etc. Su constatación de casa abierta da una pauta de la relación entre vecinos: “son una base de autoproducción y autoconsumo, sustentadas de forma significativa en los medios de producción comunitarios, como los montes comunales, las playas y los litorales pesqueros, el suministro eléctrico y las oficinas colectivas. Si en el pasado la propiedad comunitaria era frecuente en los molinos, hornos, lavaderos, salinas, construcciones ligadas a actividades marítimas, ciertas clases de ganado, en estas comunidades buena parte de la maquinaria, la escuela, los centros de salud, la taberna/economato, las cooperativas comunitarias de manufactura, reparación y transformación estaban bajo la gestión del consejo abierto, procurando satisfacer las necesidades de la comunidad vecinal”. [*]

Pero en la propuesta municipalismo/comunalismo, el sujeto que se libera es la persona como ser social, no el territorio; es el ser humano el sujeto y objeto de liberación, el que está en el centro de todas sus actividades. De aquí que se dé más importancia al municipalismo como proceso donde el ser humano, como miembro de la comuna, aprende directamente a gestionar todos los recursos del municipio, buscando la igualdad en todos los actos de la vida humana. El municipalismo como proceso es la escuela más idónea para desmontar el poder estatal, y dedicar su capacidad de aprendizaje poniendo como centro el ser humano. JEP pasa de puntillas por este espacio: “en la perspectiva del municipalismo libertario de Bookching, el poder del municipio (en sí mismo limitado) puede ser apropiado por las asambleas de las comunidades, recuperando servicios y espacios públicos para las formas de control autogestionario […] En el caso de ser constreñidos por las regulaciones oficiales, o vaciados de competencias, siempre les queda el recurso de organizar actividades paralelas, como es el caso de los municipios zapatistas, los consejos del kurdistan, que dan ejemplo de ignorar las instituciones oficiales y organizan fórmulas de contrapoder, incluso en contextos de dura represión”. [*] Cierto que, destacábamos antes, “la historia de los pueblos que tienen una historia es, se dice, la historia de la lucha de clases. La historia de los pueblos sin historia es, diremos por lo menos con igual grado de verdad, que la historia de su lucha contra el estado”, no para liberar un territorio, dígase Galicia, Cataluña, [*] Kurdistan, México, etc., sino para que el ser social se libere de los opresores, de toda forma de opresión: de clase, de raza, de género, etc.

La demostración de que todos los países actuales, con o sin estado, provienen de experiencias comunales, no es razón suficiente para tomar como territorio el sujeto que debe independizarse en sociedades alternativas al capitalismo. Todos los argumentos que despliega JEP en su “propuesta libertaria, fundamentada en una organización comunal del territorios”, están condicionados y orientados a demostrar que Galicia puede ser una tierra libre sin estado. Como hemos explicado antes, el municipalismo/comunalismo toma a la persona social como sujeto que participa activa y voluntariamente en la liberación del género humano. El seguimiento de la brújula/matriz orienta y hace nacer comunidades sin jerarquías ni desigualdades sociales; sin estados y sin naciones. Pensamos que las personas comuneras que suscriben la Declaración Revolucionaria Unilateral de Independencia desde abajo (DRUIDA) encontrarán en la filosofía que orienta el Municipalismo como proceso y las Sociedades Comunales como alternativas al capitalismo, muchísimos puntos en común para pensar que, quizás algún día, nos encontremos en algún punto del camino.

11. Municipalismo/Comunalismo: aprender de las utopías realizadas

Los tres casos que mostramos nos dan una pauta del valor del contenido teórico/practico de someter toda propuesta, o realidad previa, al tamiz de este instrumento. Especialmente porque son experiencias históricas de comunidades que han compartido la propiedad privada con la comunitaria. Sin embargo aprendemos de la importancia de rescatar la filosofía comunal como medio de vida; [*] ello nos lleva a recuperar los bienes comunales y gestionarlos comunitariamente; por tanto, rechazar la propiedad privada y la gestión representativa (sin instituciones estatales; siempre son coercitivas); [*] educarnos con valores comunales, como son la ayuda mutua, la igualdad de todos los seres humanos; una sociedad anticlasista, antirracista, antimilitarista, antisexista; horizontal en todos aquellos aspectos relacionados con la gestión del bienestar comunitario que da garantía a la vida humana. [*] Preocupados por la justicia cósmica, los presocráticos ya sostenían que el Hombre era el centro del cosmos, no al revés; [*] pero debemos añadir que Prometeo, [*] por creer y defender lo mismo, fue castigado por Zeus por robar el fuego y sus artes a otros dioses y suministrárselos al género humano para su sobrevivencia en la tierra. [*]

12. Comunalismo. Aclarar algunos conceptos

Común. Filosofía base de los modelos de sociedad comunales.

Comunes. Los sujetos que usan y comparte los comunales.

Comunales. Los recursos tradicionales (tierra, mar y aire) a los que tienen acceso vía uso fruto los comunes: molinos, hornos, lavaderos, fuentes, acequias, caminos y accesos, pastizales, etc.

Propiedad comunal. Ni privada, ni estatal. Por no pertenecer a nadie, la no-propiedad es de todos en régimen de uso fruto comunitario.

Sociedades Comunales. Primigenia, primitiva, (salvajismo, barbarie, civilización); no confundirla con arcaica. Universo de las diversas utopías a proponer.

Consejos Comunales. Consejo: órgano representativo de los habitantes de un municipio cuando se organizaban entre iguales; consejo general: órgano donde todas las familias estaban representadas; general; consejo abierto: consejo general; consejo cerrado: consejo limitado o jurídico; consejo limitado o jurídico: consejo restringido a un número limitado de vecinos; [*]

La brújula/matriz. No es una alternativa sino un instrumento de creación y navegación. [*] Compuesto por las características [*] que definen las sociedades comunales. Permite distinguir entre las propuestas débiles, asistenciales, conservadoras, y las propuestas fuertes, transformadoras, radicales, capaces de destruir el capitalismo.

Municipalismo como proceso. [*]

13. La Brújula/Matriz: simple y ampliada

Para una amplia y detallada explicación de su contenido, importancia y aplicación de este instrumento, en su doble versión simple y ampliada, donde se analizan y evalúan la mayoría de las propuestas actuales en el índice del libro ya citado. [*] Otro documento importante es José Iglesias Fernández: La importancia de la brújula matriz en tiempos en los que proliferan las “alternativas”.

14. La sociedad comunal. Características generales

Mientras no vivamos en un sistema social sin propiedad privada, sin clases y sin jerarquías, laico, antimilitarista y anti sexista, en el que los seres humanos decidamos y gestionemos horizontalmente entre iguales 30 la riqueza comunal y los recursos que han de cubrir nuestras necesidades, poco o casi nada podremos hacer contra las agresiones que perpetran las sociedades clasistas, y el capitalismo en particular, contra el ser humano y el planeta, contra el conjunto formado por el hábitat natural y por la especie humana, contra la casa común de la especie humana. Es lo que ya en su día advertía James M. Lauderdale contra el capitalismo y proponía darle la vuelta a su propia paradoja: promover la riqueza comunal mediante la destrucción de la riqueza privada.

Estos rechazos nos llevan a pensar en la comunidad como la unidad de convivencia de aquellas personas que deciden de manera libre, autónoma y voluntariamente vivir de forma colectiva, buscando el bien común y el apoyo mutuo, sin distinción de credos, razas, etnias, edades, sexos, colores, culturas, lenguas, etc., lo que lleva a que la comunidad no tenga necesidad de reivindicar un Estado-nación, soberano e independiente, y menos por motivos religiosos, étnicos, lingüísticos, culturales, clasistas, sexistas, geográficos, y demás contingencias humanas. La vida humana en la sociedad comunal, o la vida en común dónde los seres humanos abordan sus diferencias y cubren sus necesidades, como le agrada matizar a cierta autora, [*] prescindirá de la presencia de los pilares de las sociedades clasistas y heteropatriarcales, en donde los poderosos ejercen legalmente el dominio y el monopolio de la opresión,32 como son el Estado, el Mercado y el Dinero, la Religión, el Patriarcado y el Militarismo, [*] elementos que reprobamos constantemente. [*] Porque “la vida comunitaria, más que la comunidad como institución, es el tejido para construir una sociedad mejor que la actual, [la comunidad como lugar] donde los fines de toda actividad dentro de ella son las personas”.

En un círculo se confunden el principio y el fin […] Son comunes el principio y el fin en la circunferencia del círculo […] El cambio es un camino hacia arriba y hacia abajo, y según esto se genera el cosmos.”. [*] Heráclito viene a decir que, si recorres una circunferencia, el punto de partida es el mismo punto que el de llegada; y que, si te das la vuelta, y la recorres a la inversa, ahora el punto de salida se convierte en el punto de llegada, punto de salida anterior; son los opuestos enlazados, la unidad de los contrarios. Se trata de acercarse al pasado para aprehender y proyectarnos hacia el futuro.

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Elaboración propia en base a Heráclito y la lectura de Marx por Michel Löwy. Gráficos realizados por Ferrán Polo

Escrito en Barcelona, 17 de enero del 2019
Reescrito en Barcelona, el 19 de marzo del 2020

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