Galiza, una vez más, se ve obligada a luchar por la tierra, el agua, la vida y la dignidad, contra el macroproyecto de Altri.

Otra celulosa, pero mucho mayor que la de Pontevedra, que nos intentaron colar envuelta en un papel de regalo con estampado de producción pseudoecológica de fibras textiles, pero que, en realidad, pretende ser una industria que ya conocemos bien, que necesitará ocupar grandes extensiones de terreno con monocultivo de eucaliptos, usar grandes cantidades de agua del río Ulla, que devolverá contaminada, lo mismo que el aire, contaminación que recorrerá el río en todo su trayecto hasta la ría de Arousa, en la que también desaparecerán todos los ecosistemas actuales. Y que, por supuesto, afectará la vida y el sustento de las personas que ocupan todos esos territorios.

Fueron las maravillosas “mullerazas” de la comarca de A Ulloa, ejemplo de proyectos agrícolas y ganaderos sostenibles y ecológicos, las que estuvieron alerta y empezaron a contarnos las verdades que escondía el proyecto, junto con los grupos ecologistas y, a continuación, cientos de asociaciones de todo el país y miles de personas que nos encontramos el domingo 26 de mayo en Palas de Rei en una manifestación contra el monstruo y lo que representa, incluido el apoyo de las instituciones en contra de los intereses de los ciudadanos.

Se ha hecho un gran trabajo de información y denuncia, se han presentado alegaciones que, hasta la fecha, están siendo ignoradas, pero no hay vuelta atrás, y menos después de la fuerza que nos imprimió a todas la masiva movilización del domingo. No vamos a parar: a auga é nosa e non da celulosa, cantábamos na mani. ¡Altri NON!