
esparragosytagarninas.- “Sin contrato, sin seguridad social, con un solo día de descanso y jornadas de diez horas: «Detienen a un ‘joven empresario’ de hostelería por explotación laboral. Todas las víctimas son extranjeros sin permisos de residencia ni trabajo.” Tomado de la sección «sociedad» de la web de la Cadena Ser.
Una primera reflexión. Para los medios de comunicación en general esto no es «economía», es «sociedad». La explotación laboral no es economía. Esto nos dice mucho de cómo la economía capitalista ha colonizado el concepto real de economía y del papel de los medios de comunicación generales en perpetuar el pensamiento único, la economía única, el «no hay alternativa».
Una segunda reflexión. El auge de la extrema derecha busca que las explotaciones, todas, se normalicen. No sean consideradas algo negativo. A inmigrantes, mujeres y el resto de «colonias», que diría Maria Mies. Esta noticia muestra una realidad que normalmente no es noticia. Y es que ante estas situaciones, el relato que se ha ido imponiendo, al menos en la Andalucía de las últimas décadas (con neoliberalismo progre o reaccionario), es más o menos este así: «joven emprendedor ofrece oportunidades de empleo a todo tipo de personas, sin mirar el color de su piel».
Oportunidades, empleo, integración, emprendedor… El capitalismo requiere de esta explicación, de este modo de legitimación de la injusticia. En esta fase de neoliberalismo autoritario, aún más. El fascismo en crecimiento es una herramienta necesaria para continuar con la acumulación capitalista, con su normal desarrollo, que a su vez requiere cada vez más de procesos de explotación más y más indecentes.
