Transhumantes inquietas de cultura
 Nos despedimos de Totoras con el corazón contento y la energía recargada de verde rural para volver a las ciudades con el último empujón del viaje, esta vez una visita relámpago a Rosario. La despedida fue emotiva, acompañadas de Nano, Amelia y Seve quienes nos abrazaron mucho para irnos con calor cariñoso a la única provincia del país que tiene la ley ILE (interrupción legal del embarazo) aprobada.
Nos despedimos de Totoras con el corazón contento y la energía recargada de verde rural para volver a las ciudades con el último empujón del viaje, esta vez una visita relámpago a Rosario. La despedida fue emotiva, acompañadas de Nano, Amelia y Seve quienes nos abrazaron mucho para irnos con calor cariñoso a la única provincia del país que tiene la ley ILE (interrupción legal del embarazo) aprobada.

 Seguimos la agenda de actividades de Rosario que hoy nos hace un regalo especial pues coincidiendo con nuestra estancia,  en la facultad de Psicología hoy se inician  las Jornadas sobre Derechos Humanos con un cartel sin desperdicio: Sergio Maldonado, Nora Cortiñas y  Adolfo Pérez Esquivel.
Seguimos la agenda de actividades de Rosario que hoy nos hace un regalo especial pues coincidiendo con nuestra estancia,  en la facultad de Psicología hoy se inician  las Jornadas sobre Derechos Humanos con un cartel sin desperdicio: Sergio Maldonado, Nora Cortiñas y  Adolfo Pérez Esquivel. Federacion Anarquista de Rosario.-
Federacion Anarquista de Rosario.- 
 Para despedir a la ciudad de Rosario, el lunes 28, nos dividimos la mañana entre preparar las maletas con los libros que llevaremos en el siguiente periplo y un encuentro con Lucrecia Mastrangelo, directora del documental "Nosotros, detrás del muro", que interpela nuestras vidas a este lado de los muros de las prisiones, recogiendo una mirada a las vidas diversas de las presas de la cárcel de mujeres de Rosario, donde unas 50 mujeres se encuentran encarceladas, privadas de libertad, de condiciones dignas, de afectos, de comunicación y contacto con sus familias.
Para despedir a la ciudad de Rosario, el lunes 28, nos dividimos la mañana entre preparar las maletas con los libros que llevaremos en el siguiente periplo y un encuentro con Lucrecia Mastrangelo, directora del documental "Nosotros, detrás del muro", que interpela nuestras vidas a este lado de los muros de las prisiones, recogiendo una mirada a las vidas diversas de las presas de la cárcel de mujeres de Rosario, donde unas 50 mujeres se encuentran encarceladas, privadas de libertad, de condiciones dignas, de afectos, de comunicación y contacto con sus familias.  Despertamos descansadas. Hemos quedado con Yanina para recoger los libros que le llegaron de la primera encomienda que mandamos; la segunda con los libros de José Iglesias nos dice que todavía no le ha llegado ya que suele tardar sobre una semana.
Despertamos descansadas. Hemos quedado con Yanina para recoger los libros que le llegaron de la primera encomienda que mandamos; la segunda con los libros de José Iglesias nos dice que todavía no le ha llegado ya que suele tardar sobre una semana.  Entramos en Rosario, una de las ciudades "grandes" de Argentina, atravesando el enorme delta del río Paraná que durante kilómetros acompañamos en su crecida invernal. Una ciudad de más de un millón de habitantes, extensa y empobrecida en las grandes periferias como tantas. El gran negocio de la soja transgénica, hace que su puerto sea uno de los más grandes del país, donde los barcos chinos sacan la preciada haba verde por millones de toneladas para alimentar a sus cerdos al otro lado del planeta y cuyo negocio ha incrementado de forma brutal la trata de personas y el tráfico de drogas en la ciudad. Tres negocios de muerte que aquí se combinan a la perfección.
Entramos en Rosario, una de las ciudades "grandes" de Argentina, atravesando el enorme delta del río Paraná que durante kilómetros acompañamos en su crecida invernal. Una ciudad de más de un millón de habitantes, extensa y empobrecida en las grandes periferias como tantas. El gran negocio de la soja transgénica, hace que su puerto sea uno de los más grandes del país, donde los barcos chinos sacan la preciada haba verde por millones de toneladas para alimentar a sus cerdos al otro lado del planeta y cuyo negocio ha incrementado de forma brutal la trata de personas y el tráfico de drogas en la ciudad. Tres negocios de muerte que aquí se combinan a la perfección.