Contra la guerra en Venezuela, soberanía y autodeterminación de los pueblos

Tío SamNos llega un pronunciamiento desde las compas de Alemania un pronunciamiento contra la guerra en Venezuela en favor de la soberanía y autodeterminación de los pueblos. Os lo dejamos aquí y si deseáis adheriros podéis comunicárnoslo a nuestro correo baladre-arroba-coordinacionbaladre.org.

Declaración en contra de la guerra

Se avecina una agresión sin precedentes contra un país soberano de América Latina. La extrema derecha internacional encabezada por Donald Trump pretende imponer sus determinaciones a todas las naciones del orbe y someten por la fuerza a quienes no se adhieren a sus reglas definidas unilateralmente. Es así que, violando todos los acuerdos internacionales intervienen hoy abiertamente en Venezuela para desconocer un gobierno elegido en las urnas, bajo la normativa estipulada en la constitución venezolana y reconocen al diputado suplente de la Asamblea Nacional, elegido por 70 mil votos, quien se auto proclamo presidente, empujando al vecino país a una grave crisis. Los protagonistas más próximos de esta abierta intervención son los gobiernos de los países que componen el llamado “grupo de Lima”, Chile, Colombia, Perú, Argentina, Brasil entre otros, cuyo pasado de violencia contra su población y de violación sistemática de los Derechos Humanos es irrefutable. Quieren aparecer hoy estos regímenes de extrema derecha, como defensores de la democracia dictando lecciones de respeto a los derechos de los pueblos a quienes gobiernan hoy el vecino país.

Es el gobierno colombiano, el que con mayor énfasis llama a la intervención militar, tornándose en portavoz del gobierno norteamericano, predicando la necesidad de la invasión y la guerra contra Venezuela, como la única solución posible, asociándola a la promesa de prosperidad para Colombia tal como lo mencionó el embajador de Duque en Washington señor Francisco Santos la semana que termina en Cúcuta. Así, el gobierno de Colombia y su clase dominante pretende convertir éste país en el punto de partida de la invasión militar, asunto que reafirma mediante dos hechos significativos: -la amenaza de Jhon Bolton consejero de seguridad del presidente Trump de enviar 5000 marines a Colombia y - la organización en la distribución de “ayuda humanitaria” en la frontera, pretexto que ha sido utilizado como antesala de la invasión militar, tal como ocurrió en Libia, reivindicando la supuesta responsabilidad que tienen los EEUU y sus aliados de proteger a las poblaciones amenazadas por hambrunas, guerras o dictaduras. La movilización de tropas en la frontera y la presencia del almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de Estados Unidos el pasado miércoles 30 de enero en la ciudad de Cúcuta, prueban que existe una movilización para la guerra.

Son conocidos los precedentes que implican un conflicto de esta naturaleza. Afganistán, Irak, Libia, Siria, Somalia, Sudam, Yemen, por solamente referir las guerras de invasión desatadas en el siglo XXI, en el Asia central y el llamado Medio Oriente ampliado. Ellas han dejado devastación, destrucción y muerte; una verdadera tragedia humanitaria enfrentan hoy estos pueblos. Acabaron con su economía, se apoderaron de sus fuentes de materias primas, mercados, finanzas, infraestructuras e impusieron una dependencia en todos los sentidos. Esa es la democracia que quieren ahora trasladar a Venezuela.

Sin lugar a dudas, Venezuela enfrenta una grave crisis social y económica que debe ser resuelta mediante los mecanismos de diálogo y bajo la premisa del respeto por los principios de soberanía y autodeterminación de los pueblos.

Una intervención militar y una guerra sobre Venezuela tendrán consecuencias nefastas para la región y especialmente para Colombia. El ex presidente Uribe Vélez declaró después de culminar su mandato que no bombardeó Venezuela porque “me falto tiempo”; esta intensión es ahora reeditada y ésta vez con mayor peligro para Colombia. Le venden a los colombianos la idea de que ésta guerra será rápida y sin costo. La realidad es otra el conflicto presente es parte de la confrontación global. China y Rusia no se quedaran de observadores de lo que hagan los Estados Unidos y Colombia contra Venezuela. El país bolivariano posee inmensas deudas monetarias con las dos potencias, cuentan éstas con enormes inversiones e intereses allí. De modo que el conflicto se traslada a la disputa global por la dominación mundial y la fuerza de choque frente a semejante debacle la constituye el pueblo venezolano y el pueblo colombiano. El centro democrático, su gobierno y sus apoyos dentro de los más ricos de este país quieren colocar a los colombianos como carne de cañón.

Todos los demócratas, todos quienes defienden los intereses de los mas desfavorecidos y todos quienes consideramos esta guerra como injusta nos manifestamos y nos oponemos frontalmente a esta intervención, exigimos que los gobiernos de EEUU y Colombia terminen sus amenazas y su intromisión en los asuntos internos de Venezuela y que se preserve la paz en nuestra región. No se pueden enfrentar dos pueblos hermanos en función de los intereses de los dueños del gran capital internacional, de la imposición de modelos políticos antidemocráticos desde el exterior y sobre la base de la violación del derecho de los pueblos a la soberanía y la autodeterminación. Es el pueblo venezolano el llamado a resolver sus propios problemas.

Este manifiesto tiene como propósito hacer un llamado a los demócratas el mundo, a los

intelectuales, los trabajadores, los indígenas, los campesinos, los estudiantes y a todos quienes se oponen a que continúe la cadena de guerra y destrucción que ha desatado el poder imperial a lo largo y ancho del planeta.

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