Nueva muerte de una persona migrante al intentar cruzar el Bidasoa. Una muerte anunciada según la Red de Acogida

Personas voluntarias de Irungo Harrera Sarea poniendo tiendas de campaña en Hilanderas. Foto: Gara GaraialdeNueve personas han fallecido en los últimos años en su ruta hacía el norte de Europa a su paso por Euskal Herria. Además de las fallecidas en el río, una persona se suicido y tres fueron atropelladas por el tren en Iparralde (Euskal Herria Norte). Muertes producidas a consecuencia de lo que Irungo Harrera Sarea (Red de Acogida de Irun) denomina "controles racistas" del Estado Francés, que llevan tiempo denunciado así como las actitudes de las autoridades españolas y vascas ante esta dramática situación.

Esta última muerte, la del joven gineano Abderraman Bas, ha sido una crónica anunciada. Desde Irungo Harrera Sarea se venía avisando de la posibilidad de una nueva muerte durante la semana, por diferentes circunstancias y sucesos que estaban detectando desde esta red en su punto de información que todos los días ponen el la plaza San Juna de Irun delante del propio Ayuntamiento.

La sensación que perciben desde esta red es que las personas migrantes "cuando han llegado a territorio Schengen creen que no tendrán mas dificultades en su trayecto migratorio" pero esto no es así. Al llegar a Irun se encuentran con un nuevo "muro" en el paso del río Bidasoa hacía Europa. Desde los últimos años el Estado francés bajo la "excusa" del terrorismo mantiene fuertes controles en los puentes que cruzan el río. Son claramente controles racistas pues son solas las personas racializadas las que son paradas, retenidas y en el caso de no tener "papeles" son devueltas inmediatamente. Pero las denominadas "devoluciones en caliente" no se limitan a los pasos fronterizos sino que han sido numerosas las personas devueltas que ha sido "interceptadas" a muchos kilómetros del Bidasoa. Si eres de una las dos localidades de un lado y otro del Bidasoa es difícil que paseando por los alrededores del los dos puentes del Bidasoa no hayas presenciado una de estas "devoluciones".

Estos controles racista tienen dos consecuencias principales según Irungo Harrera Sarea, "incrementar el sufrimiento de las personas migrantes" incluyendo las nueve muertes y "favorecer la aparición" de personas sin escrúpulos que "se aprovechan de esta situación de vulnerabilidad" para sacar provecho. A lo que podemos añadir las campañas "publicitarias" de detenciones de estas personas por parte de las diferentes policías de los dos lados del río. Porque para esto si que hay colaboración policial. Campañas que en su fin último está la justificación de la situación misma y la progresiva militarización del la zona, con un sustancial aumento de dotaciones de Guardia Civil y Policía Nacional de "fronteras y migración", y de un Centro de Internamiento de personas Extranjeras a escasos metros del paso fronterizo principal en Hendaia y aumento de todo tipo de efectivos de Gendarmeria y Policía Nacional francesa. Y hablamos de una zona de por sí históricamente militarizada con los ratios más altos de toda Europa de policía-habitante.

Pero si bien como denuncia Irungo Harrera Sarea "se encuentran con una frontera que no debiera existir en plena Europa" cerrada para ellas desde el lado francés tampoco beneficia nada el "el estrés que les genera su acogida en el dispositivo de Irun" dónde "les recuerdan cada mañana 'te quedan 2 noches', 'te queda 1 noche', 'ya no puedes dormir más noches'" así es fácil entender que como comenta la red de acogida "ante la perspectiva de tener que dormir en la calle, decidan correr riesgos que acaban en tragedia".

No parece que el el Estado francés tenga intención de quitar los controles racistas y desde el Estado español tampoco parece que vayan a realizar gestiones de presión para que esto se produzca y su única solución sea el dispositivo que deja bastante que desear como denuncia Irungo Harrera Sarea. Por lo que Irungo Harrera Sarea se pregunta "¿cuántas muertes más tendremos que contar?".

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