No es una guerra, es un genocidio

Manifestación a favor del pueblo palestino15-M RONDA. En pocas palabras.- Hamas atacó Israel dando pie a lo que 16 días antes del ataque, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, en su discurso durante el 78° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, expuso el futuro de Oriente Medio en un mapa, donde Palestina no existe, la limpieza étnica se volvió realidad, así, más de 2 millones de personas que viven en Gaza, no saben si van a comer mañana, y casi el 50% son menores de 18 años.

Muchos autores definen a Palestina como “la cárcel más grande del mundo a cielo abierto”. «La guerra es un escándalo. Siempre lo ha sido…» según el general retirado del Cuerpo de Marines de los EE.UU. Smedley Butler. Y afirma también: “Es el único negocio en el que los beneficios se cuentan en dólares y las pérdidas en vidas

Desde hace 70 años, Palestina es escenario de guerras y enfrentamientos que han provocado decenas de miles de muertos. El bloqueo que está imponiendo Israel al pueblo Palestino los ha dejado en gran medida sin agua potable, reduciendo su consumo diario a 3 litros, cuando lo habitual son 84 litros, sin alimentos y sin combustible, lo que es ilegal según las leyes internacionales. Más de 10.000 personas han muerto en Palestina e Israel. En Gaza, matan a un niñ@ cada 10 minutos. Es un auténtico genocidio y la situación está empeorando.

El Derecho Internacional Humanitario prohíbe estrictamente usar el hambre como método de guerra. Como fuerza ocupante, Israel tiene la obligación de garantizar las necesidades y la protección de la población de Gaza. Incluso el bloqueo preexistente ha sido declarado ilegal tanto por el Comité Internacional de la Cruz Roja como por la ONU, ya que equivale a un “castigo colectivo”.

La comunidad internacional debe tomar medidas contundentes para poner fin a la impunidad y exigir responsabilidades a quienes violan el derecho internacional, como:

  • Exigir el cese de las hostilidades y un alto el fuego inmediato en Gaza e Israel.
  • Garantizar la ayuda humanitaria y la prestación de asistencia esencial y vital, incluidos alimentos, agua, combustible, suministros y atención médica.
  • Poner fin al asedio y bloqueo.
  • Exigir que se detenga el uso de armas explosivas en zonas pobladas, además de los ataques contra civiles, locales inviolables de la ONU, escuelas y hospitales donde se refugian las personas civiles.
  • Facilitar inmediatamente las evacuaciones médicas de niños, niñas y familias que lo requieran, ya sea hacia Egipto, Cisjordania o Israel.
  • Exigir la liberación inmediata e incondicional de todas las personas privadas de libertad (especialmente niños y niñas, mujeres embarazadas, personas heridas y enfermas) que hayan sido capturadas por grupos armados en Gaza.
  • Y trabajar en la construcción de una solución política pactada entre todas las partes, priorizando a la población civil, y que ponga fin a más de 60 años de conflicto en Israel y el Territorio Palestino Ocupado.

Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz, las 100 principales empresas fabricantes de armamento generaron en 2021, en conjunto, 592.000 millones de dólares. Eso implica un incremento de casi el 2% con respecto al año anterior y en 2022 un 4% respecto al último aumento. Los fabricantes estadounidenses siguen a la cabeza, con casi la mitad de las ventas mundiales.

Según un análisis de la información recopilada por el Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala, realizado por el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo, el número, la intensidad y la duración de los conflictos en todo el mundo se encuentran en su nivel más alto desde antes del final de la Guerra Fría.

En 2022, una cuarta parte de la población mundial (dos mil millones de personas) vivía en zonas afectadas por conflictos, según Foreign Affairs. El número de personas desplazadas por la fuerza en todo el mundo alcanzó la cifra récord de 108 millones a principios de 2023.

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