Iniciativa en Gasteiz ante Emakunde. Contra recortes Lanbide a mujeres que sufren malos tratos

fotoLanbide ampara la violencia de género…

Bajo el lema "Lanbide ampara la violencia de género. Murrizketarik Ez!!!" se ha realizado la pasada mañana del viernes 6 de marzo una concentración ante la sede de Emakunde en Vitoria/Gasteiz, en el contexto del "8 de Marzo. Día Internacional de las Mujeres".
 
Iniciativa impulsada con el ánimo de hacer oír la denuncia de los recortes que realiza Lanbide para acceder a las prestaciones sociales a las mujeres afectadas por la violencia de género.

Murrizketarik EZ!!

En concreto, la intención de esta movilización es denunciar que el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide ejerce una política -y utiliza unos criterios- que coarta la libertad de las mujeres, les impide poder escapar de situaciones de violencia, las fiscaliza constantemente, las condena a la judicialización de su vida y a la tutela permanente.
 
Por este motivo, y en el trascurso de esta movilización, se ha entregado en el “Registro de Emakunde” una serie propuestas para corregir estas situaciones de recortes y malas prácticas.
 
Por otro lado, cabe denunciar que ante estos recortes desde Emakunde (Instituto Vasco de la Mujer), no se posiciona o no responde siquiera a los emplazamientos de los colectivos de mujeres que han planteado sobre este tema.

ESTE 8 DE MARZO,  DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES, DENUNCIAMOS LA PASIVIDAD DE EMAKUNDE FRENTE A LAS POLÍTICAS Y CRITERIOS QUE LANBIDE UTILIZA RESPECTO A LAS MUJERES SOLICITANTES Y/O PERCEPTORAS DE PRESTACIONES SOCIALES

Con la realización de esta concentración hoy viernes 6 de marzo frente a la sede de Emakunde, Asociaciones de Mujeres y Colectivos Sociales de Bizkaia y Araba DENUNCIAMOS que el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide ejerce una política y utiliza unos criterios que coartan la libertad de las mujeres, les impide poder escapar de situaciones de violencia, las fiscaliza constantemente, las condena a la judicialización de su vida y a la tutela permanente.

Y, frente a esto, Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer no se posiciona, no respondiendo siquiera a los diversos emplazamientos que distintos colectivos de mujeres le hemos planteado con este tema.

Esto está suponiendo, en la práctica, una violencia simbólica constante sobre las mujeres solicitantes y/o perceptoras de la Renta de Garantía de Ingresos. 

Como ya denunciamos hace meses, Lanbide continúa actuando sin perspectiva de género y con una visión en la que prima la persecución del fraude frente a la protección de las personas;  resultando más afectadas las personas más vulnerables y, particularmente las mujeres, anuladas. 

fotoEn el desarrollo de las políticas de garantía de ingresos, Lanbide:

  • Obliga a cumplir unos plazos y/o condiciones que no se ajustan a la realidad práctica de la administración y, por lo tanto, deja sin prestación a personas que no pueden hacer nada por sí mismas para solventarlo.
  • Obliga a las personas a judicializar las relaciones familiares y de pareja, no dando margen a otras vías de solución más constructivas, ajustadas a cada realidad concreta y que resulten menos traumáticas para las relaciones familiares, si éstas así lo deciden y logran gestionarlas.
  • Toma en cuenta sólo cierto tipo de documentación, rechazando certificados oficiales igualmente válidos. Por ejemplo, cuando a partir de un despido en el empleo de hogar se establece por error como causa de la extinción laboral una "baja voluntaria" de la trabajadora, se toma en consideración exclusivamente el impreso de la Seguridad Social sabiendo que se cumplimenta atendiendo sólo a la palabra de la parte empleadora e ignorando otras documentaciones oficiales más fáciles de conseguir, como una denuncia ante Inspección de Trabajo. 
  • Atiende problemáticas sociales (en especial, a las mujeres que han sido víctimas de violencia de género) culpabilizándolas y obligándoles a exponer situaciones íntimas ante un personal no formado específicamente en esa materia y en un espacio físico que no reúne las condiciones mínimas para garantizar la intimidad de las mismas.
  • Penaliza el ahorro y el apoyo de la familia extensa, permitiéndose tomar decisiones sobre la vida privada de las personas y convirtiendo a las mujeres en menores susceptibles de ser tutorizadas.
  • Utiliza procedimientos injustos e ineficaces para gestionar tanto los sistemas de orientación para el empleo como los de gestión de las prestaciones, deshumanizando a quienes interactúan con las personas perceptoras y tratando a las usuarias de los servicios como personas que no son sujetos de derechos.
  • Deja sistemáticamente fuera del sistema de prestaciones públicas a muchas personas, violando su intimidad y fiscalizando sus vidas en un hecho encubierto de recorte de derechos sociales.

En concreto, las mujeres perceptoras de prestaciones sociales se ven obligadas, con este tipo de prácticas, a tolerar situaciones de violencia por no disponer de alternativas; a no poder salir de la precariedad de la que son mayoritariamente protagonistas; a realizar trámites imposibles y a seguir siendo personas a cargo de otras (madres, padres o parejas) estableciendo, como si fuera una cárcel, el lugar que ocupan en la sociedad, culpabilizándolas por estar empobrecidas, siendo estigmatizadas y condenadas a no disponer de otro camino que no sea quedarse dónde y cómo siempre.

Lanbide entra tanto en nuestra intimidad, en nuestras casas y en nuestra organización vital que casi se diría que quiere meterse en las bragas de las mujeres que perciben la Renta de Garantía de Ingresos.

Siendo esto así, nosotras decimos que ¡BASTA YA! y EXIGIMOS:

  • A Emakunde, que se posicione y se pronuncie y defienda los derechos de las mujeres ante los abusos de la administración.
  • A Lanbide, que no fiscalice nuestra privacidad y que se nos trate con la dignidad y el respeto que merecen todas las personas, no sólo las que no están empobrecidas. Nuestra intimidad y nuestra dignidad NO se tocan. Además, que deje de pedir a las mujeres que sean tutorizadas, que deje de frenar nuestra independencia y/o solidaridad y dejen ya de condenarnos a los trabajos de cuidados como única salida.
  • A las administraciones públicas (Emakunde, Lanbide, Seguridad Social), que busquen fórmulas de protección efectivas de las personas que ocupan el nicho laboral más precarizado e invisibilizado, el trabajo del hogar. Basta ya de escuchar y beneficiar al empleador como si el trabajo en pleno siglo XXI fuera en régimen de esclavitud. Ya está bien de favorecer y perpetuar un régimen especial que deja a las personas desprovistas de capacidad de defensa y ejercicio de derechos.

Hoy  8 de marzo, gritamos alto y fuerte que ya está bien, que somos las más invisibles de las invisibles pero que ya nos cansamos de esto. Hoy, simbólicamente, evidenciamos el abandono, el paternalismo y el tufo patriarcal de nuestras administraciones públicas; pero, cada día hemos estado, estamos y estaremos en lucha.

GORA EMAKUMEON BORROKA!!

fotoMalas prácticas de Lanbide con mujeres víctimas de violencia de género

  • Lanbide no es un espacio físico preparado para atender a mujeres víctimas de violencia, no hay un respeto al derecho a la intimidad. Además, no todo el personal de Lanbide tiene una preparación específica con perspectiva de género. Las mujeres están a la expectativa de la buena o mala "capacidad" de quien le toque en suerte para resolver su caso.
  • Para tener acceso a las prestaciones es requisito necesario tener una orden de alejamiento en vigor, como si esto dependiera de la voluntad de la mujer. Es el juez quien valora y decide si implanta o no una orden de alejamiento. En ningún caso, su no concesión debiera ser argumento para no conceder la Renta de Garantía de Ingresos.
  • Además, a las mujeres que tienen hij@s se les obliga a denunciar al padre solicitando la pensión  de alimentos para los mismos. Cuando son mujeres víctimas de violencia esto no siempre es posible, ni fácil. Se debería valorar las consecuencias negativas que se puedan derivar de esa denuncia.
  • Pero es que se añade otro requisito más cuando se trata de mujeres víctimas de violencia y es que antes de un año deben plantear la separación matrimonial ante el  Juzgado y ese plazo no siempre es sencillo de cumplir para muchas mujeres en esa situación de precariedad, vulnerabilidad... Nos parece que quien redacta este tipo de normas vive alejado de la realidad a la que se enfrentan estas mujeres.
  • Otro requisito absurdo es que para poder solicitar la Prestación Complementaria de Vivienda (en caso de mujeres que, por una situación de violencia que haya podido poner incluso en riesgo sus propias vidas, hayan tenido que abandonar su domicilio), deben acreditar que están sacando un rendimiento económico a su vivienda anterior (por ejemplo, alquilándola). Cuando les es materialmente imposible debido a su propia situación personal.

PROPUESTAS DE MEJORA:

  • Elaborar un protocolo de atención a personas víctimas de violencia y que la gestión del caso se realice por parte de los servicios sociales municipales; o bien, servicios especializados en Lanbide con personal formado para trabajar con las mujeres víctimas de violencia de género.
  • No pedir orden de alejamiento en vigor sino valoración de su condición de víctima por parte de los servicios sociales municipales o especializados.
  • No pedir separación en un plazo de tiempo tan corto.
  • No pedir el rendimiento económico de la vivienda habitual –o cualquier otro patrimonio en propiedad- hasta que no se estime, por parte de los servicios sociales municipales -o especializados en violencia de género- que las mujeres se encuentran en un momento adecuado para enfrentarse a esa situación.

Asociaciones de Mujeres y Colectivos Sociales:
Argilan, Argitan (Centro Asesor de la Mujer de Barakaldo) Asamblea Abierta en Defensa de las Prestaciones Sociales, Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia, Baietz Basauri!, Berri-Otxoak (Barakaldo), Brujas y Diversas, Danok Lan (Galdakao), Elkartzen, Mujeres del Mundo, Posada de los Abrazos y SOS Racismo.

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